Por si te quieres morir 🥀
Sobre Gwendolyn Brooks, sobre morirse, sobre Mariana Enríquez y sobre mí
Aviso de contenido: en esta entrega del boletín voy a hablar sobre el suicidio. Lee bajo tu propia responsabilidad.
Amigas, la de hoy es fuerte. Agarrarse.
Hace poco, por casualidad, me encontré con este poema de Gwendolyn Brooks:
To the young who want to die
Sit down. Inhale. Exhale.
The gun will wait. The lake will wait.
The tall gall in the small seductive vial
will wait will wait:
will wait a week: will wait through April.
You do not have to die this certain day.
Death will abide, will pamper your postponement.
I assure you death will wait. Death has
a lot of time. Death can
attend to you tomorrow. Or next week. Death is
just down the street; is most obliging neighbor;
can meet you any moment.
You need not die today.
Stay here–through pout or pain or peskyness.
Stay here. See what the news is going to be tomorrow.
Graves grow no green that you can use.
Remember, green’s your color. You are Spring.1
Hubo un tiempo en el que lo único que me dejaba dormir era pensar que podía matarme. Que, si quería, podía hacer algo que me llevase al otro barrio. Me entretenía pensando en cómo lo haría y me tranquilizaba, me daba calma. Me daba la sensación de que controlaba mi dolor, que podía ponerle fin, si quería.
Os lo cuento porque ahora estoy bien. He ido a terapia, ha pasado el tiempo y me he comprendido y perdonado. Todo está guay. No hace falta que os preocupéis, en serio. ¿Creéis que una persona deprimida escribiría este boletín tan lleno de amor? No, ¿verdad? Pero todavía hay veces que, cuando miro atrás, pienso en lo cerca que estuve de doblar servilleta y retirarme del juego, y me quedo mirando al infinito como la perra dramática que soy.
Este poema no me hubiera consolado mucho en aquellos meses feos, muchos menos me hubiera salvado. Pero me habría dado un espejo en el que mirarme, y me habría ayudado a entender ese deseo tan raro y tan común que es el querer morirse.
“No tienes que morirte hoy”, nos dice Gwendolyn Brooks, y esa frase tiene una continuación, para mí: no tienes que morirte hoy, puedes morirte mañana. Si quieres. Puedes esperar un día, o una semana, o hasta el final de abril, o hasta final de año. Yo tengo el control. La muerte me espera a mí, y no al revés. Creo que esa idea de control sí me salvó, un poquito, y por eso quería compartirlo con vosotras, por si alguna tiene algo atravesado, o por si alguna vez os encontráis a alguien que está sufriendo tanto como para querer morirse.
Nadie me lo ha preguntado nunca pero lo que yo le diría a un suicida es lo mismo que nos dice Brooks, lo mismo que me decía a mí mismo: espérate, hazlo mañana. O pasado. No hay prisa. Espérate unos días. No tienes por qué hacerlo hoy.
Yo decidí esperar, y esperando me llegó la primavera, la hierba empezó a crecer a mi alrededor y se me pasó el dolor. Y aquí estoy ahora, escribiendo. Vivita y feliz. Qué guay, ¿no?
—Hija, Eduardo, qué dramática estás hoy, ¿va todo bien? ¿quieres hablar? —es posible que digáis vosotras.
No, chicas, no estoy bien. He acabado Nuestra parte de noche y no estoy bien.
💀 Un libro lleno de suicidas
De un tiempo a esta parte vengo diciéndoos que estoy leyendo Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez, y que me está gustando mucho, que creo que va a ser uno de esos libros que te marcan de por vida. Lo terminé hoy justo hace una semana (curiosamente, en el día del padre) y puedo confirmarlo: es un libro de los que te marcan de por vida.
Es una novela de terror bastante contundente, sobre un padre medium, un dios antiguo, una secta oscura y la Argentina de la segunda mitad del siglo XX. No es para todos los paladares, creo yo, pero si te gustan las novelas oscuras te gustará esto. Recomendado.
Curiosamente, es un libro lleno de suicidas. Hay muchas referencias, a autores, a películas, a obras de arte (el propio título es una referencia a un poema de Emily Dickinson), y muchas de esas referencias son a suicidas. Os rescato un fragmento:
Antes de dormir, Gaspar le leía, le mostraba sus descubrimientos. Este [poeta] murió a los veintidós años, una locura. Lo descubrí cuando Pablo hizo esa muestra de las fotos y los poetas, no sé si te acordás. Era esloveno. No sé decir el nombre, pero el apellido es Kosovel. Escribió como mil poemas, dicen que son todos buenos, al menos buenos para un pendejo. Este me gusta: «En las sienes late, late. La sombra. El frío cañón de la pistola. 10 toneladas. En mi corazón un semitono en modo menor.» Y en el cuaderno mi papá anotaba nombres, sueltos, se ve que eran autores que quería leer. Acá anotó Sara Teasdale. La estuve traduciendo. Es muy genial.
—Podrías enseñar inglés, por ejemplo. No me gusta que leas sobre suicidas.
📋 Cosas bonitas
El instagram @historicalhomeofamerica: casoplones de los Estados Unidos que no te quieres perder. Curiosamente, Mariana Enríquez también sigue esta cuenta.
Este artículo sobre Ian Gibson, el hispanista irlandés que ha escrito biografías de Dalí, de Buniel y de Lorca, entre otros.
En el último episodio de Deforme Semanal (el cual recomiendo, el mejor que han hecho en mucho tiempo) dicen una frase de Simone de Beauvoir que encaja con el tema de la semana pasada: “La vejez es una cuestión de civilización. Continuemos con la batalla”.
Esta canción:
👋 Adiós,amiga
Es posible que las próximas semanas no recibas este simpático boletín, porque estaré descansando, con los pies en alto y leyendo algo (seguramente Mariana Enríquez). También me he propuesto acabar una novela que estoy escribiendo para final de abril, así que tendré que sentar el culo en la silla y es-cri-bir.
Es posible que me invada la creatividad y decida escribirte. No lo sé. Lo vamos viendo.
Mientras tanto, tres últimas cosas.
¿Hasta el coño de escribir cartas de presentación? Usa Chat GPT. No es la panacea, pero te da estructuras decentes con las que trabajar.
Pide siempre postre (si te apetece). Mañana te cae una maceta en la cabeza, te quedas en el sitio, y tú sin pedir postre. No seas tonta.
No te compres ese libro si no tienes planes inmediatos de leerlo. A no ser que sea el mío, claro.
Traducción (de un servidor): Siéntate. Inhala. Exhala. / La pistola esperará. / El lago esperará. / La hiel de ese pequeño y seductor frasco esperará esperará / esperará una semana / esperará todo abril / No tienes que morir en este día en particular / La muerte esperará, permitirá tu aplazamiento. / Te aseguro que la muerte esperará. / La muerte tiene mucho tiempo / y puede atenderte mañana / o la semana que viene. / La muerte está justo al final de la calle, / es el vecino más complaciente, / puede encontrarte en cualquier momento. / No tienes que morir hoy. / Quédate aquí / aún con mueca, dolor o molestia / quédate aquí / veremos qué noticias nos trae mañana. / Las tumbas no crecen el verde que usas. / Recuerda, el verde es tu color. / Eres la Primavera.
Un post muy valiente, Edu. Gracias ❤