🎈 Pensamientos de cumpleaños
Sobre ideas aleatorias sobre cumplir años, hacerse viejo y Jaime Gil de Biedma. Y sobre mí.
Amigas, esta semana ha sido mi cumpleaños. He cumplido 27 años, que a mí personalmente me parece una edad estupenda para hacer locuras, como escribir newsletters en horas del trabajo, o desayunar tarta. Pero esa es otra historia.
La cuestión es que, después de haber celebrado veintisiete cumpleaños, he reflexionado mucho sobre sus celebraciones. Y como este boletín es impredecible y salvaje, y tampoco le doy más de dos vueltas al contenido que escribo cada semana, aquí van, una serie de pensamientos aleatorios sobre ese procedimiento natural que es cumplir años
De nada.
Pensamiento #1: Hacerse viejo mola.
En serio, pensadlo. Entiendo que le tengamos miedo a la vejez, porque el cuerpo nos empieza a fallar, nos recuerda que cada vez falta menos para doblar servilleta y dejar de jugar en el parque. La vejez no está de moda, la gente te mirará menos, es posible que necesitemos cuidadores, alguien que te corte la fruta y te limpie las cacas. Es un bajón, sí.
Y aun así, la vejez es signo de haber vivido, de experiencia y sabiduría. A mí me gustaría llegar a viejo y tener muchas cosas que contar, aunque sea a mí mismo. Quiero ser un viejo batallitas que mole, atesorando las experiencias de una vida, tranquilo y en calma.
Pensamiento #2: Los regalos están sobrevalorados.
Dejadme que me explique: yo quiero que todas mis amiguitas me traigáis un regalo, porque las demostraciones materiales de afecto me encantan (por eso tengo un kofi). Pero voy a valorar más vuestra presencia que el regalo que traigáis, y de hecho, voy a dar por hecho que no vais a traerme nada más que lo que lleváis puesto y una buena conversación. Tener esa concepción me ha ayudado a apreciar más los regalos de la familiares y amigos, porque, genuinamente, no me los espero.
Así me he liberado de ansiedades sobre deseos y regalos y trato de verlos como lo que son: una demostración de afecto. Que me guste o no el regalo en sí es hasta irrelevante, lo que importa es que has gastado tiempo y dinero en algo que me ofreces.
Al fin y al cabo, siendo adulto, si quiero algo puedo comprármelo yo. Y en esa línea…
Pensamiento #3: Los mejores regalos son los que te haces a ti mismo.
¿O acaso alguien te conoce mejor, tus necesidades y deseos? Pues eso, amiga. Un consejo no pedido es que no esperes a que nadie te regale algo que quieres, y consíguetelo tú misma, si puedes.
De un tiempo a esta parte, los cumpleaños me los dedico en regalarme algo estúpido y frugal, algo que quiero más que necesito.
Pensamiento #4: Mentir sobre la edad es de débiles.
Me gustaría mentir sobre mi edad como lo hacía Gloria Fuertes, que cada vez que le preguntaban su edad decía una cifra diferente, porque eso era pura performance postista. Pero con los pies en la tierra aburrida que habitamos, os confieso que no termino de entender la gente que miente sobre su edad, o que reconoce su edad con cierta aflicción, como si nos tuviese que dar vergüenza estar vivas más de cuarenta años.
Entiendo de dónde viene, de ese miedo a la vejez (véase pensamiento #1), pero no entiendo por qué la gente no se rebela contra ello conforme va cumpliendo años. ¿Por qué no llevar tus años como bandera, en lugar de como carga?
Pero no sé, pregúntame con cuarenta años, si aún estoy viva, y a lo mejor te digo algo distinto.
Pensamiento #5: la vida va en serio
Soy consciente de que todas estas opiniones las vierto desde mi odiosa juventud. Entiendo que algunas de vosotras, amigas de cincuenta años, me miréis con condescendencia y murmuréis un “ya llegarás a viejo” con cierta inquina. Entiendo el miedo a la vejez, a la muerte y a cumplir años, y entiendo que en algún momento los cumpleaños dejarán de ser celebraciones para ser carpe diems. Hablo de todo esto desde mi parcela de los 27 años y consciente de la frugalidad de mis opiniones.
Hay un poema de Jaime Gil de Biedma que me pone en mi sitio cada vez que pienso simplezas como que cumplir años debería ser siempre una celebración, o que hacerse viejo mola. La vida va en serio y hacerse viejo es el único resultado directo de la vida:
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde:
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
—envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Sé que miraré atrás en algún momento y comulgaré con Gil de Biedma más que con mis propias opiniones actuales, pero quiero pensar que si hacerse viejo es “el único argumento de la obra” una vida larga es como las series de noventa temporadas, exitosas y llenas de buenos momentos.
Quiero que mi vida sea como Grey’s Anatomy, inolvidable y eterna, pero sobre todo, larga.
📋 Cosas eternas
La newsletter de mi amiga Manu,
. Todavía no ha mandado nada pero lo hará, y seguro que no os lo queréis perder.Los vídeos de la RAE con el hashtag #amamoslapoesía, una serie de vídeos de actores famosos recitando poemas famosos. En concreto, este vídeo de Jaime Lorente que vive rent free en mi cabeza.
Recientemente he visto Nolly, una mini-serie creada por Russell T. Davies y protagonizada por Helena Bonham Carter. Tres episodios sobre la estrella de las soap operas británicas, Noele Gordon, que pone en valor la cultura popular y su contribución en la sociedad. Bonham Carter está estupenda. Muy recomendada.
Esta canción, absolutamente no relacionada con el último episodio de Drag Race. Estupenda para ponérsela de camino al trabajo. /boss bitch/
🔥 El joven más guapo de Inglaterra
Me he topado con la poesía de Rupert Brooke (1887 - 1915), a quien Yeats describió como “el hombre más guapo de Inglaterra” y que tuvo algún que otro contacto con el grupo de Bloomsbury (🌈? 🌈).
Por supuesto, tardé segundo y medio en buscarlo en Internet, y no puedo no compartir sus fotos con vosotras.
También me encontré con algunos poemas suyos (en inglés). Este es estupendo para leer en voz alta.
Rupert murió a los 27 años, durante la I Guerra Mundial, aunque nunca llegó a servir en el frente.
👋 Adiós, amiga
Tres últimos consejos de vida:
Si haces tortitas, hazlas con un poco de vinagre y yogur. Quedan muy esponjosas.
Mándale una postal a una amiga. En su defecto, mándale un mensaje y pregúntale cómo está.
Apaga el móvil mientras lees. Leerás más y mejor.