🦠 Sobrevivir al COVID
Hoy te hablo de estar enfermo, de cuidarse y de nada en particular porque tengo fiebre.
¡Hola amiga!
Esta semana estoy malito así que el boletín de esta semana va a ser más cortito. Además, como he escrito esto entre delirios febriles a lo mejor nada de lo que hay aquí debajo tiene sentido. Lo siento si es así.
En cualquier caso, si no estás suscrita a lo mejor este es un buen momento:
Hace una semana pronuncié las siguientes palabras, más o menos:
—Tía —le dije a una amiga—. Yo creo que soy inmune al COVID. Llevo desde 2020 viajando entre España y Reino Unido, me he ido de fiesta, he ido de festivales, he vivido con gente contagiada, he tenido cero cuidado y no lo he pillado. Si este verano no lo pillo, dono mi cuerpo a la ciencia.
Y lo decía con la mano en el corazón.
Pero la vida se empeñó en darme una lección y una semana después me desperté con la voz tomada, el cuerpo dolorido y un tremendo dolor de cabeza. “Esto no es una resaca normal”, me dije, porque había salido la noche anterior1, “no bebí tanto para estar así de mal”.
Me hice un test de antígenos y ahí estaban, las temidas dos rayitas. Estaba contagiado.
No os voy a mentir, los dos primeros días me los pasé como si me hubiera atropellado un camión. Yo enfermo bastante poco, así que sinceramente no recordaba cómo era esa sensación de tener que quedarte en el sofá, no poder leer, escribir, casi ni hablar. Estaba completamente incapacitado. Podría haberme pasado una manada de puercos por encima y lo habría agradecido. Hoy ya me encuentro un poquito mejor, pero aún así, salir a comprar el pan ha sido una tarea épica.
Mi abuela solía decir que la salud es el bien más preciado. Yo, desde mi privilegio de sano, no entendía lo que quería decir. Para mí mi bien más preciado son mis amigas, mi familia o mis libros. Pero uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, especialmente con la salud. Hace falta que un pequeño monstruito como es el COVID te posea para recordar que somos más frágiles de lo que pensamos. En cualquier momento nos entra una creatura en la sangre y ¡ZAS!, muertas.
En mi convalecencia febril he sacado dos conclusiones de esto:
Es importante estar a gusto. No vale la pena discutir por tonterías, frustarse porque no ha salido un curro2 o porque la gente no se compra tu libro. En cualquier momento te cae una maceta en la cabeza y te nos vas con malas vibras. No siempre es fácil, pero hay que intentar estar en paz con todos y con todo. Especialmente con una misma.
Es importante cuidarse el cuerpo. Hacer ejercicio regularmente, beber mucha agua, comer bien, y todas esas mierdas que estás cansada de escuchar. A mí se me hace pesado ser sano, pero siempre pienso que el Eduardo Norte del futuro me lo agradecerá. No vamos a vivir para siempre, pero con suerte podemos vivir bien.
Yo sé que tú eres una personas listísima y que todo esto, con toda seguridad, lo has escuchado ya. Pero mira, estamos a ocho de agosto, yo estoy enfermo, hace muchísimo calor y he dormido lo justo para no caerme al suelo. Así que las reflexiones brillantes es mejor que las esperes pasado este mes infernal.
Para compensar, te dejo con esta foto majísima que encontré por ahí:
Mirad qué criatura tan mona. No tengo ni idea de qué es, pero quiero su energía.
¡Eduardo, amiga, una pregunta!
(Eso es lo que estaréis diciendo algunas de vosotras)
—¿Cómo estás sobreviviendo al COVID?
Y sin ser yo médica ni con ganas de serlo, os cuento:
Bebiendo zumo de naranja y gazpacho. Las vitaminas vienen bien.
Viendo pelis y series poco exigentes. Algunos ejemplos abajo.
Paracetamol de un gramo cada seis horas.
Literalmente, levantándome de la cama sólo para ir al baño y durmiendo por encima de mis posibilidades.
Consejo de regalo: buscaos un novio, amiga, familiar, mascota, etc. que os haga de comer y os traiga el zumo a la cama.
Ya veis que el contenido del boletín esta semana es de mucha calidad.
Dadle las gracias a la fiebre que ahora mismo me inunda.
📋 Las cosas
He visto la película Soul en Disney plus. Fue la primera película de Pixar que se estrenó directamente en la plataforma sin pasar por los cines, y pasó bastante desapercibida debido al COVID en 2020. Es bastante bonita e inspiradora. Os la recomiendo.
En mi convalecencia he acudido a uno de esos lugares conocidos que nos hacen felices. El mío es la sitcom One day at a time, en Netflix. Trata sobre las aventuras y desventuras de una familia cubano-americana. Divertídisima. Hubo un tiempo en el que estuve bastante triste y solo me hacía feliz esta serie. Esta semana lo ha vuelto a hacer.
Me gusta mucho el boletín de Tatiana Gallardo, Brazenface. Escribe de maravilla e ilustra sus artículos con unos dibujos chulísimos. Ha empezado a crear contenido de pago y espero que le vaya genial. En su último post nos regala una idea valiosa: romper con tus auriculares. Yo, desde luego, me lo voy a pensar.
La singularidad, de Sara Sacristán Horcajada, es uno de los mejores libros de cifi que he leído. Es como Interstellar, pero mejor, porque se entiende. Sara es una escritora excelente y todo lo que he leído de ella es una maravilla. Su última novela ganó el premio Alberto Magno de novela. Esta debería ganar premios también. Podéis comprarla aquí. Os la recomiendo de todo corazón.
Esta entrevista a Samantha Hudson. “Si sabes dividir o hacer ecuaciones, pero no sabes tratar a Samantha Hudson en femenino eres un sinvergüenza”. Le quiero mucho.
Nunca he sido muy fan del rap pero a veces te encuentras con cosas como esta. Perfecta para caminar hacia el trabajo decidida, ready to kick some ass.
Si, como yo, tienes problemas concentrándote, la app Forest bloquea tu teléfono para que no te metas en las historias de la gente cuya vida, en el fondo, no te importa un pimiento. Y plantas arbolitos. Chulísima.
💻 Los tuits
Los tuits más chulísimos que he visto esta semana. De nada, cariño. Ya, ya sé que me quieres. Un besito.
¡Adiós, amiga!
Yo empiezo a encontrarme un poquito mejor, pero mi novio acaba de dar positivo así que intuyo que me voy a quedar un tiempito encerrado.
Recomendaciones de productos culturales a consumir, especialmente películas y series, en los comentarios, gracias.
Un besito, adiós, hasta pronto, cuídate, bebe agua, compra mi libro, etc, etc.
Fueron las fiestas de verano de mi pueblo. De hecho, antes de que el virus se pusiera en mi camino, el boletín de esta semana iba a tratar sobre FIESTAS.