Amigas, os contaba el otro día que en un arranque de necesidad, buscando la luz y una lectura que me entregara unos momentos de refugio y optimismo, empecé a leer Todo va a mejorar, de Almudena Grandes. Supuse que el título anunciaba algo de luz, algo de una mirada al futuro ilusionada y optimista, algo que me pusiera de buen humor.
Dicen que un libro no se juzga por su portada, y yo os digo que tampoco por su título.
Es un buen libro. Lo disfruté. Sirva mi breve reseña de Goodreads como prueba (cuatro estrellas, eh). Pero el juego al que se somete al título me hizo sentirme un poco engañado.
Todo va a mejorar es una novela distópica en la que el coronavirus se alarga en el tiempo y fuerza un gobierno dictatorial y ultracapitalista, pan y circo pero ninguna libertad. Una de las medidas que instaura este nuevo gobierno es la terapia obligatoria, más como herramienta de control social que como medida sanitaria, cuyo lema es “todo va a mejorar”. A través de chapas con caritas sonrientes y lemas de Mr Wonderful, el nuevo gobierno trata de domar un descontento social, al mismo tiempo que vigila a la ciudadanía, porque todos los terapeutas deben por supuesto denunciar en caso de encontrarse con pacientes “subversivos”.
Pese a sentirme un poco tonto habiendo buscado la luz en una distopía, en una novela que —sabía— la autora había escrito en sus últimos meses, me hizo reflexionar sobre cómo los discursos médicos (incluyendo esos que esgrimen la terapia como solución a cualquier problema que encuentres) pueden utilizarse para el control, para la manipulación.
Amiga, yo no soy médico ni sicólogo, dios me libre. No quiero darte consejos sanitarios, pero creo que deberías hablar con alguien si te encuentras regulín, preferiblemente alguien con criterio y en quien confíes. Yo no estaría aquí si no hubiera ido a terapia y si no hubiera confiado en las profesionales sanitarias que han cuidado de mi cabecita loca cuando lo necesitaba.
Pero ojo, porque tu psicóloga no es dios, no siempre tiene razón, y la terapia no es la solución a todos tus problemas, como yo mismo he creído en algún momento de mi vida. Ni toda la terapia del mundo te van a salvar de tener un sueldo lamentable, de no poder permitirte un techo, de tener que endeudarte para estudiar o de la lenta pero preocupante privatización de la sanidad pública.
Terapia, sí, accesible y de calidad para quien la necesite. Claro que sí.
Pero ya sabéis lo que dicen, ¿no? La mejor terapia es la mejora de la condiciones sociales, el mejor self-care es cobrar un sueldo decente y tener vacaciones, y la mejor forma de disminuir la ansiedad es que te den cita en el médico para el próximo día.
¿O no era así el dicho?
✨ Las palabras bonitas
He descubierto recientemente la poesía de Francisca Aguirre, Premio Nacional de las Letras de 2018. La he descubierto racias a la librería Mujeres y Cía, que han publicado en su Twitter esta bellísima poesía suya y que quiero compartir contigo por si necesitas oírlo:
«Vamos, mujer, llora y resiste
no reniegues de tu historia
no te alíes con tu fracaso
llora y resiste como los helechos,
aférrate a tu roca de Tarpeya
no dejes que nada te avasalle
y aunque no puedas más, aguanta:
la vida está detrás de tu cansancio»
No quisiera sonar banal, pero este poema me ha ahorrado años de terapia.
📋 Las cosas
Esto es un poco nicho, pero tal vez os interese. Llevo años siguiendo el blog de Sara Martín, profesora de literatura inglesa en la Universidad Autónoma de Barcelona, The Joys of Teaching Literature. Habla sobre enseñar literatura, sobre investigación académica, sobre la universidad, sobre cine y sobre muchas otras cosas, siempre con una perspectiva interesante y madurada.
Me gustan mucho las ilustraciones de Madebynelson: coloridas, optimistas y alegres.
Me gustó mucho la newsletter sobre arte de
, El arte de los excluidos que habla sobre el art brut y otras cositas.Ya os lo he recomendado, pero por si acaso, lo vuelvo a hacer: el podcast de Las amigas estupendas, que acaban de sacar nuevo episodio.
La app de fotografía Gudak, que simula una cámara de carrete. Tomas 25 fotos, pero no puedes verlas hasta que no has hecho todas las fotos. Tarda un par de días en revelarse. Es una sensación muy emocionante revelar un carrete y encontrarte con momentos que viviste hace meses. Recomendada.
Esta canción:
👋 Adiós, amiga
No tengo mucho más que decirte. Estos días en Aberystwyth está haciendo muy buen tiempo, pero en unas semanas volveré a España, y viviré el auténtico verano: leer con un pie metido en la piscina.
Sigo debatiéndome en posibilidades doctorales, pero estoy casi seguro de aceptar mi plaza en la Universidad de Glasgow. Me da miedo, pero la perspectiva de trabajar en mi tesis doctoral me hace bastante ilusión. A ver cuánto me dura.
En fin, amiga, tres cosas:
Limpia el polvo de las estanterías, ese que siempre se te olvida quitar.
Haz limpieza en los cajones del escritorio y tira cosas sin piedad. Me lo vas a agradecer.
Mándale un mensaje a esa amiga con la que hace tiempo que no hablas. Qué coño: mándale esta newsletter.