Es broma. ¿Te imaginas? No soy madre ni quiero serlo, a no ser que sea madre metafórica de un ejército de perros.1 Sí que me gustaría ser la mamá de un perrete, la verdad.
Yo no soy quién para hablar de la experiencia de la maternidad, a no ser que sea en un bar con alguna amiga. Y aún así lo haría con la boca pequeña, porque chica, soy de esas personas que, salvo matices y excepciones, piensan que no todo el mundo puede hablar de todas las cosas.
Aun así, sí creo que todas las personas pueden interesarse por todas las cosas, acercarse a todos los temas, y salvando las distancias, incluso tener opiniones sobre esos temas. Y lo cierto es que, desde la ficción y la teoría, me interesan las obras escritas por mujeres, y por tanto, me interesa la maternidad.
Tremendo temazo digno de tesis doctoral.
No me quiero meter mucho en el tema teórico porque 1) No creo que tenga demasiado que aportar y 2) Tampoco es esto un artículo académico. Pero sí quiero apuntar un par de cuestiones que sirvan como marco a este tema. Si no os interesa, seguid bajando obviad esta parte.
No creo que la maternidad sea un tema exclusivo de mujeres, pero creo que el construco de la maternidad y el constructo de mujer siempre ha estado ligado y ha supuesto el origen de la opresión de las mujeres. Simone de Beauvoir, en uno de los capítulos de El segundo sexo (1949), entiende la maternidad como una de los obstáculos más pesados de la independencia de las mujeres. Y Silvia Federici habló sobre esto un poquito más en su libro Revolución en punto cero (20132), en el que analiza el rol de las mujeres en el capitalismo y apostilla que el Trabajo Doméstico (que incluye el trabajo reproductivo) es la base de este nuestro sistema capitalista.
Ojito a lo que dice:
… el circuito de la producción capitalista, y de la «fábrica social» que esta producía, empezaba y se asentaba primordialmente en la cocina, el dormitorio, el hogar ―en tanto que estos son los centros de producción de la fuerza de trabajo― y que a partir de allí se trasladaba a la fábrica pasando antes por la escuela, la oficina o el laboratorio.
O sea, que el sistema de producción empieza en LA MADRE, y en el trabajo que hace gratuitamente, no solo teniendo hijos, sino también cuidando de ellos.
Me parece, pues, bastante interesante hablar sobre la figura de la madre que realiza estos cuidados, que parecen ser el origen de muchos de nuestros problemas e incluso del propio sistema. Hablar sobre madres poco convencionales que pasan de los cuidados y de sus hijos, que subvierten la idea de la maternidad y que se enfrentan al rol que el sistema, la fábrica social, les ha otorgado.
Madres antinaturales.
“Soy una madre antinatural”, es lo que dice el personaje de Olivia Colman en la película La hija oscura (2021). La pelicula trata sobre las vacaciones de Leda (Olivia Colman), que se ven truncadas por la presencia de una extraña familia. No sabemos demasiado sobre la vida de Leda, su familia o la clase de persona que es, pero sí sabemos que hay algo extraño en ella, o tal vez en el ambiente, o en su pasado. ¿Es una asesina? ¿Una victima? ¿Una psicópata? Nada de eso: solo es una madre poco convencional.
La película intercala las extrañas vacaciones de Leda con flashbacks sobre su vida, flashbacks que nos hablan de su experiencia como madre de dos criaturas. Poco a poco vas comprendiendo de dónde viene esa extrañeza y las decisiones que toma. No quiero hacer spoilers, pero os voy adelantando que la maternidad que nos presenta la película, sin ser anormal, tampoco es positiva.
La película es incómoda por muchas razones, pero una de ellas es precisamente su experiencia aplastante y axfixiante con la maternidad. Sobre esto, al directora y guionista Maggie Gyllenhaal dice:
I've been a mother for 15 years, (…) I have some experience now. And I think even from the moment that they're born, the spectrum of feelings is huge. There’s ecstasy and joy. And on the other side, there's real terror and anxiety.
He sido madre durante 15 años, (…) ahora tengo algo de experiencia. Y creo que desde el momento en el que nacen los niños, el espectro de emociones es enorme. Hay éxtasis y alegría. Y por otro lado, hay verdadero terror y ansiedad. 3
Una de las razones por las que la película sorprende e impacta es porque presenta una experiencia asfixiante de la maternidad. En un momento dado, el personaje de Olivia Colman dice que los niños son “a crushing responsability”, una responsabilidad aplastante. Lo cual me parece que resume muy bien el tema de la película: el impacto aplastante de la maternidad, del sistema.
¿Es esta una experiencia antinatural? ¿Es Leda una madre antinatural? Creo que el valor de la película está precisamente en reflexionar sobre esas preguntas. Pero yo ahí no me meto: que respondan las madres.4
Si os soy sincero, a día de hoy todavía no sé s5i la película me gustó. La vi hace unas semanas y este es el borrador del tuit que nunca llegué a publicar en mi Twitter:
He visto La hija oscura y me ha parecido una película… interesante. Bueno, no, me ha parecido una mierda. Toda la película construyendo una tensión para desinflarse al final. Eso sí: el cast, un tesoro.
No lo publiqué porque no estaba seguro de querer transmitir que la película me había parecido una mierda. No era así. Tampoco me ha gustado. Es más complicado.
Mi recomendación: vedla, y me decís.
Este titular de Javier P. Martín sobre la película captura bastante bien mi opinión: “las mujeres han abierto al jaula y lo que hay dentro no siempre es bonito”.
Desde luego, esta película, bonita no es.
Pero yo qué se, solo soy una chica.
Se me ocurren otras muchas MADRES ANTINATURALES, madres que se salen de la norma, que nos hacen reflexionar sobre el papel de la maternidad. Pero mira, hija, yo estoy cansado, y creo que tú también, así que lo dejamos para otro día.
Sólo te pido una cosa.
Una única cosa.
Bueno, dos.
Dos únicas cosas.
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Al final han sido tres, perdón.
Poca broma, creo que lo que estoy sintiendo por los perros últimamente es lo más parecido que que he sentido a eso del “reloj biológico”
Este libro lo tenéis GRATIS para leer en la web de Traficantes de Sueños, así que id a darles un BESAZO por este curro, compradles un libro o dos, o donadles unos euros.
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Un consejito de amiga: no publiquéis todos los tuits que escribís.