Qué he leído en 2023
Te cuento lo que he leído, lo que me ha gustado, las cosas que te recomiendo. Solo para ti.
Ya lo sé, me la pela: estamos casi en febrero de 2024, pero para mí el año no acaba sin hablar de las mejores lecturas del año.
Qué le voy a hacer, es un vicio que me queda de mis años blogueros: hacer una especie de recapitulación de las lecturas, una valoración general de lo leído que es también un mirar atrás y recordar. Cuánto me gustó este libro que leí en marzo, cuánto me atrapó aquel que leí en verano, por qué empecé a leer tal libro, que tan poco me agradó… Recordar mi año lector es recordar mi año, porque para mí —y a lo mejor para ti también— lo que leo y lo que vivo están muy relacionados. Hacer balance de lecturas es hacer balance de vida.
Y como con todo, podría hacerlo solo para mí, pero lo disfruto más si te lo cuento.
Me sorprende, no te miento, que se haya suscrito gente en este periodo en el que he estado de vacaciones. ¿Cómo habéis llegado aquí? ¿Quiénes sois? Sospecho que no sois más que bots, direcciones de correos anónimas que deambulan por Internet haciendo clics ciegos y suscribiéndose a cosas por motivos que mi analógico cerebro no comprende. Pero en cualquier caso, prefiero creer que existís, que estáis ahí, que me leéis. A vosotros, vosotras, os digo: bienvenidos a Movidas Bookclub, este rincón de Internet en el que hablo de lo que leo, lo que me pasa, y lo que pienso sobre ambas cosas.
Esta será una edición puente, en la que solo hablaré de lo leído. La semana que viene, más y mejor. Si Dios quiere. Tengo muchas cosas que contarte, ojalá estés leyendo al otro lado.
Pero por ahora, hablemos de libros, de los mejores libros que leí el año pasado, en ningún orden en específico.
Hacia las luces del norte, de Ángel Valenzuela
Fue de las primeras del año, y me encantó . El viaje que hacen dos amigos desde México hasta Alaska, en busca de la aurora boreal. Una historia de amor corta e intensa, y narrada con una pasión que no creo que olvide nunca. Cualquier mariquita que se ha enamorado de su amigo hetero, esto os va a gustar. Buscad aquí la catarsis de los polvos que no fueron.
Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez
Qué decirte que no sepas, que este ha sido probablemente mi libro del año. Disfruté mucho de sus setecientas y pico páginas, y me perdí en este universo oscuro pero lleno de luz. Este año he leído mucho Mariana Enríquez, pero la sensación de tener en mis manos algo especial y único solo me ha pasado con este libro.
Por si tienes curiosidad, las amigas de Lumak me invitaron a hablar de este libro en su podcast. Escuchadnos.
El mundo de Yarek, de Elia Barceló
Lo leí por cosas de tesis, pero me alucinó. Premio UPC 1994, esta novela de ciencia ficción juega con las expectativas de los lectores de una manera casi incómoda. El experto en vida alienígena Yarek es condenado a pasar 20 años en un planeta estéril. Y pasan cosas. Me alucinó la relevación final. Me gustó especialmente la nueva edición de Cazador de ratas, con postfacio de la autora.
Si os gusta la ciencia ficción, este es un imprescindible.
El verano en que llegaron los lobos, de Patricia García-Rojo
Recuerdo alegrarme mucho cuando me enteré de que Patricia García-Rojo había ganado el Premio Gran Angular con esta novela, recuerdo ver la portada y pensar “lo voy a leer, me va a encantar”. En un pueblo en el que todo el mundo puede transformarse en pájaro, nuestra protagonista es un ciervo. Una novela sobre la diferencia y los prejuicios, narrado con la delicadeza y la ternura de Patricia.
Tengo marcadas unas palabras que dijo Patricia en la presentación de este libro en el Celsius 232: “creo en los milagros que hacemos entre todos”. En su momento no lo entendí bien, pero me quedó cristalino cuando leí este libro.
Este libro, por cierto, también trata de milagros.
Acércate, de Sara Gran
Por supuesto, en mi año Marianer, en cuanto supe que esta novela estaba prologada por Mariana Enríquez, tuve que leerla.
Una novela de terror desde el punto de vista de la poseída, que vemos como va perdiendo poco a poco el control de su vida. Un asesinato a cámara lenta desde los ojos de la asesinada. Pocas cosas me han parecido tan turbadoras, tan magnéticas, como esta novela de terror.
Challenger, de Guillem López
Leído por cosas de tesis, y hace no mucho. Todavía me estoy recuperando del experimento narrativo que nos propone Guillem López. En el momento en el que el Challenger despega y estalla, miles de cosas suceden. Esta novela trata sobre esas cosas. Cientos de historias entrelazadas ambientadas en el Miami de 1986, que producen un tapiz plural y fantástico —en el sentido literario de la palabra—. Todo un ejercicio de imaginación narrativo, fragmentado y complejo. Todavía estoy alucinando.
La casa de los dragones, de Pablo C. Reyna
Este año he leído muchas novelas infantiles, pero creo que esta ha sido mi favorita. Un niño viaja a la casa de su autora favorita para pedirle la continuación de su novela favorita. Pero la autora está enredada en…cosillas, que le impiden volver a escribir. Una historia sobre la salud mental, la imaginación y la creación literaria.
Recuerdo estar leyendo esta novela en verano, en el río, bajo la sombra de un árbol, completamente entregado a la historia que me contaban. No pude parar de leer hasta terminarla.
Nota: todas las manos que se ven en este boletín pertenecen al autor.
📋 Las cosas lectoras
Este vídeo de una rata bajo la lluvia con música de Rocío Dúrcal de fondo.
Este artículo, si te interesa el fenómeno newsletters en la literatura.
Este otro artículo de Ledicia Costas, sobre vivir de la literatura.
La exposición REVERSOS, en el Museo del Prado de Madrid. Está hasta el 3 de marzo de 2024. En el tiempo que estuve en España (tres semanas), me escapé un par de días a Madrid para verla, así de mucho me interesaba. Valió la pena.
He visto La mesías, la nueva serie de los Javis. Me ha encantado, ya os contaré. De verdad creo que estos dos maricones están marcando la historia del cine en Español. Este vídeo en el que hablan de algunas escenas de la serie me ha gustado mucho.
Un viaje Londres-Aberystwyth, el aleatorio me regala esta canción desde las llamas de la nostalgia:
🙏 Manifestando
Encontré en Twitter estas palabras de Alejandra Pizarnik, que sirvan como pequeño ritual para empezar bien el año. Pensé que te gustaría leerlas.
1 de enero, viernes.
Que este año me sea dado vivir en mí y no fantasear ni ser otras, que me sea dado ponerme buena y no buscar lo imposible sino la magia y la extrañeza de este mundo que habito. Que me sean dado los deseos de vivir y conocer el mundo. Que me sea dado interesarme por este mundo.
👋 ¡Adiós, amiga!
He empezado a escribir la tesis, hace un par de días. Sigo leyendo como si lo fueran a prohibir. He tenido una idea para una novela. Mañana empiezo otra vez las clases. Me gustaría este año encontrar el equilibro entre todo lo que hago y todo lo que soy. Pero claro, milagros, a Lourdes.
Tres últimas cosas:
No te sientas culpable si se te muere una planta. Cosas que pasan, ciclo vital.
Si necesitas algo (y puedes comprártelo), no lo pienses demasiado: cómpratelo. No pierdas el tiempo con decisiones tontas.1
Dormir con dos botellas de agua caliente está permitido. Te lo recomiendo.
En absoluto he estado tres o cuatro días preguntándome si debería comprar una nueva botella rellenable, de qué color, de qué tamaño.
¿Te puedes creer que justo ayer me regalaron el libro de Mariana Enríquez? La verdad es que tengo hype viendo lo que le ha encantado a todo el mundo.
Me guardo también el artículo de las autoras y las Newsletter. ¡Gracias por volver, Edu!