Hola, hola, ¿te acuerdas de mí, amiga? He vuelto, en forma de boletín cultural que te llega los domingos y te acompaña toda la semana. Y con un nuevo diseño chulísimo de Fran Paul, sí. No te frotes los ojos, amiga, es verdad. Créetelo.
También es cierto que te esté hablando de las mejores lecturas del año en puto febrero. De verdad, es así, no estás soñando: todo está sucediendo delante de tus ojos. Take it in.
—Pero Eduardo Norte, amiga —diréis algunas, y no os faltará razón—, ¿cómo es posible que te hayas tirado casi dos meses sin escribir, que estábamos desesperaditas sin saber nada de ti? Y más importante todavía, ¿cómo es posible que hayas faltado a esa importantísima cita de la blogoesfera literaria que es balance lector? ¿Dónde está nuevo post de “las mejores lecturas del año”?
Ya lo sé, amigas, YA LO SÉ. He fracasado como bloguero literario, otra vez, pero es que no puedo escapar de mi naturaleza disfrutona y relajada, y necesitaba tomarme un mes de descanso invernal. A veces una chica lo único que necesita es pasarse dos meses tirada en el sofá, posponiendo responsabilidades, dejando que las ideas maduren.
Si eso es fracasar, tengo que reconocer que lo volveré a hacer. Y parafraseando a Samuel Beckett, cada vez lo haré mejor.
📚 Las mejores lecturas del año (pasado)
Cauterio, de Lucia Litjmaer
¿Sabéis lo que es una novela? Esto es una novela. No, qué digo, un novelón. La historia de Deborah Moody, colona estadounidense, la primera mujer en formar su propia colonia, entrelazada con la historia ficticia de una mujer contemporánea sin nombre. (Auto)destrucción y construcción. El desamor. Los límites de la sororidad. Todo escrito con una prosa cuidadita. Me encantó. Una pasada.
Si pudiera entregar un premio a la mejor lectura del año, sería este. Enhorabuena, Lucia Litjmaer: has ganado un premio inexistente.
Pequeños restos de magia, de Gabriella Campbell
Gabriella Campbell, natural de Londres y residente en Málaga, ya había ganado ese premio tan disputado que es mi corazón cuando sacó esta novela. Gabriella es como esos tecnobrós1 de YouTube que hacen vídeos sobre desarrollo personal, pero ella lo hace con la elegancia que te da ser la tía más chula de la literatura fantástica española. Y por supuesto, lo hace mucho mejor que esos tecnobrós.
Por tanto, cuando Campbell sacó esta novela, yo tardé cero coma un segundos en hacer *CLIC* e introducírmela por mi orificio anal.
Y me gustó. Gatos aliens y gente queer viajando por el multiverso, una mezcla de géneros atravesada por los mummy issues. Todo un viajazo si te gusta la fantasía poco convencional y bien escrita.
Vivan los hombres cabales, de Guillermo Alonso.
Mirad, os cuento. Yo leo todas las noches antes de irme a dormir. Normalmente leo un par de páginas y me quedo dormido, pero con esta novelita de unas cien páginas, me quedé despierto hasta las tres de la mañana. Cuando la acabé no pude dormir.
Algo así fue mi reseña en Goodreads, y no tengo mucho más que decir.
Los surcos del azar, de Paco Roca.
Novela gráfica sobre los exiliados republicanos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Una auténtica lección histórica contada con la maestría de Paco Roca. La edición ampliada viene con una entrevista y un epílogo que enmarca estupendamente la creación de la novela y el contexto en el que se basa.
Me gustó tanto que la compré en inglés para dejársela a mis amigos no hispanohablantes. Y no era nada barata. Eso demuestra lo mucho que me ha gustado.
I feel bad about my neck, de Nora Ephron.
Una colección de ensayos de la única e inigualable Nora Ephron, guionista icónica de Cuando Harry conoció a Sally. Si no sabes quién es Nora Ephron, o nunca la has leído, te recomiendo que te hagas con un ejemplar de cualquiera de sus colecciones de ensayos y te sientes a leer.
Ephron tenía el talento de hacer lo complejo sencillo, de convertir cualquier cosa en un chiste y hacer que intereses por cualquier cosa que ella te cuente. I feel bad about my neck es una estupenda demostración.
Lamentablemente, *creo* que no está disponible en español, pero podéis leer antologías similares como Ensalada loca (2022, Anagrama) o No me acuerdo de nada (2022, Libros del Asteroide).
La singularidad, de Sara Sacristán Horcajada.
Una novela corta de ciencia ficción al estilo de Interstellar. La leí en verano, y fue una de esas lecturas que te tienen pegado a las páginas hasta que la terminas. Lo cual no tardas en hacer, porque son apenas cien paginitas.
Mi reseña de Goodreads da bastante en el clavo, creo: “Ciencia ficción de una calidad *chef kiss*, movidas espacio-temporales escritas con una claridad cristalina, un ritmo de infarto combinado con una sensibilidad inigualable.”
Lo que dije, lo mantengo. Y añado: Sara Sacristán es una de las mejores autoras de cifi en español que he leído. Leedla si os gusta el género. No decepciona.
El lector de Julio Verne, de Almudena Grandes
Fue el primer libro que leí en 2022, mi primer Almudena Grandes, y ya se quedó conmigo para todo el año. Es el segundo de sus Episodios de una guerra interminable, ambientado en Jaén durante el trienio del terror.
Otra lección histórica, que sirve como homenaje a la resistencia antifranquista durante la dictadura y como declaración de amor a la literatura.
Un profesor mío de la carrera me dijo que este era el mejor de sus Episodios. Creo que tiene razón.
Atención radical, de Julia Bell
Esta lectura corta (apenas doscientas páginas) es otro de los textos que más me ha marcado durante el 2022. Entre la biografía y el ensayo, Julia Bell reflexiona sobre nuestra lucrativa falta de atención en la era hipertecnológica, sobre cómo perdemos capacidad de concentrarnos en beneficio económico de las grandes corporaciones.
Suena boomer, lo sé. Pero la reflexión detrás me pareció tan impactante que cambió mi percepción sobre la tecnología.
📋 Las primeras cosas de 2023
Esta imagen que encontré en Twitter, en relación con el rebote que algunos hombres heterosexuales se han pillado porque han puesto a dos maricones en su serie de zombis (The Last of Us, por cierto, muy buena). La he guardado, la voy a usar. De hecho, aquí la tenéis:
Esta entrevista a Sigrid Kraus, editora de Salamandra, y Valeria Ciompi, editoria de Alianza. Muy interesante si te interesa el mundo de la literatura y la edición.
Everything, Everywhere, All At Once, la película que lo ha petado en las nominaciones a los Oscar. Una ida de olla imperdible. Ha vuelto a los cines, así que no os la perdáis.
Una sitcom recreada ad infinitum por una inteligencia artificial. El resultado es extraño y confuso, y lo podéis ver aquí.
Si ya habéis visto la película del año, a lo mejor os interesa esto.
Este artículo, en inglés: The one change that didn’t work: I deleted all my social media apps – and found myself bored.
¡Adiós, amiga!
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Apuestas, ¿cuánto va a tardar la RAE en incluir esta palabra en su diccionario?
No he leído el número 8 pero me ha recordado a uno que sí me leí y quizás te interese: "Clics contra la humanidad" de James Williams. Aunque he de reconocer que en mi caso, con un libro que me lea de ese tipo, suficiente! 🤯 Jajajajaj