Ahora que estamos entre amigas, os voy a hablar de una pequeña obsesión mía: las casas.
No sé hasta qué punto vosotras compartís esta obsesión, porque no sé hasta qué punto es central en la cabeza loca de los seres humanos. Quiero decir, que no sé hasta qué punto el concepto CASA/HOGAR condiciona nuestra vida.
Yo, sin ser nadie relevante en ningún campo, diría que mucho. La escritora y académica Clare Cooper Marcus1 estaría de acuerdo conmigo. En su libro, Houses as mirrors of the self, Cooper explora la relación entre la identidad y el hogar, el impacto real y evidenciado que tiene el lugar que habitamos en nuestra psicología. Y lo que puede decirnos nuestra casa sobre nuestro estado mental. Un ejemplo facilón: si tienes la casa hecha un desastre, tienes la cabeza hecha un desastre.
A lo mejor esto os parece evidente, pero yo nunca lo había pensado. A lo mejor porque, hasta hace poco, nunca había tenido una casa de la que fuera completamente responsable. Yo decido cuándo se friegan los platos y dónde va ese cuadro. Si tengo el suelo lleno de mierda es mi problema, y si no recojo los pelos de la ducha, también. La responsabilidad es mía, todo lo que pasa en mi casa depende de mí. ¿Y qué dice eso sobre mí? Tengo la pila llena de platos sucios por fregar y la cama sin hacer: a lo mejor eso os da una idea.
Pero no he venido simplemente a humillarme, también he venido a presumir. Porque la verdad es que me flipa mi apartamento. Hay algo casi místico en ello: desde el primer momento en que lo vi anunciado en dondecoñovivoahora.com, supe que era para mí. Es un pisito diminuto, de una habitación y un baño, todo separado. Semi-amueblado, y no precisamente barato. Me arriesgué a vivir ahí porque el contrato era bastante flexible y porque, sinceramente, no me apetecía una mierda compartir piso.
Y la verdad es que siempre he estado muy a gusto en este piso. No sé si venía condicionado de casa2, pero la relación que tengo con mi apartamento es muy sana. Estoy seguro de que si pudiéramos hablar, nos lleveríamos fenomenal.
Y como sé que sois unas cotillas y queréis verla (y yo enseñarla, pa qué nos vamos a engañar) pues TOMAD:
Respondedme a un par de preguntas. Primero, según lo que hemos dicho de la Cooper Marcus, ¿qué creéis que dice esta casa de mí? Y segundo, y más importante, ¿consideráis estas fotos porno inmobiliario?
Porno inmobiliario. Decidme que no os flipa este concepto. Disclaimer: no es mío, se lo escuché a Las Amigas Estupendas en sus programas sobre casas.3 Pero me parece acertadísimo porque el porno inmobiliario es una cosa que yo consumo muchísimo, tanto en mis redes sociales como en la calle, siempre con un ojo echado en las ventanas abiertas, a ver cómo tienen decorado el salón los vecinos.
De hecho, tengo muchísimo porno inmobiliario acumulado. Me he visto todos los house tours de YouTube, y todos los vídeo esos en los que los famosos enseñan sus clasas (me flipan). Sigo a gente en mis RRSS que se dedicana vender casas en ciudades en las que no he estado. Tengo el Pinterest configurado para que parezca una revista de interiorismo. NO ESTOY BIEN.
Y vengo a compartirlo con vosotras. Tanto si sois como yo, como si necesitáis ideas de decoración, como si os la suda, aquí va mi porno inmobiliario de cabecera.
I am Cash Jordan. Odio a este puto pavo. No solo porque quién se llama a sí mismo CASH JORDAN, si no porque se dedica a enseñar casas en Nueva York y además te dice cuánto cuestan. ¿Ves este ático vacio en Manhattan? Nunca lo podrás tener, parece decirme, el gilipollas.
Never Too Small. Este es posiblemente uno de mis canales de porno inmobiliario favorito, dedicado íntegramente a las mini casas. No sé qué me pasa con las casas pequeñas pero me alucinan. Ya sé que es romantizar la precariedad y etc., etc., pero hay algo en eso de abrir un armario y que haya una cama dentro, o tener una estantería de pared, que me parece mágico.
Quién vive ahí. Un puto clásico. Si tú también tienes ganas, cuando ves una casa lujosa, de colarte por la ventana para ver cómo es por dentro, esta es tu mierda. Lo tenéis en Atresplayer. Y pirata en YouTube también.
Toc, toc, ¿se puede?. Lo mismo que el anterior, pero en Madrid. Lo podéis ver gratis en la página web de Telemadrid.
En casa de … (Vogue). Mis inclinaciones cotillas y mi fijación por las casas confluyen aquí. Pocas cosas me interesan más que saber cómo tiene la casa Moisés Nieto o Pepino Merino, aunque no tenga ni puta idea de quién son. Esto también es extendible a cualquier persona que admire que enseña su casa. Por ejemplo, la casa de Rosa Montero, o la de los Javis.
Idealista & Co. No puedo con esto. Realmente me da verguenza reconocerlo. Más veces de las que me gustaría me meto en webs rollo idealista y se me van las horas viendo las casas de peña que es mucho más rica que yo. Así me va. Al parecer no soy el único.
The Modern House. Otro de mis canales de YouTube fav. cuando me quiero morir de envidia, esta vez British Edition. Te enseñan casas guays en el Reino Unido mientras te tiras de los pelos en tus tres metros cuadrados de Malasaña.
Y podría seguir, pero pa qué, que vosotras tendréis cosas que hacer y yo también.
Pero insisto: podría seguir. Una de las cosas que más me interesan en la vida son los espacios en la ficción, particularmente las cosas. Así que que no os sorprenda si vuelvo a hablar de casas en algún momento, ficticias o reales. No por nada el asunto del mail dice “Porno Inmobiliario (I)”.
Que sí, que ya me voy.
Suscríbete, compártelo, etc. etc. Nos vemos fantaseando con casas ajenas en Idealista.
Esta señora es interesantísima. Arquitecta y urbanista, es una figura prominente en el estudio de la relación entre espacio y salud. Vamos, que nuestra amiga Clare estudió cómo le viene a tu cabecita si vives en una casa grande, en una casa pequeña, en una casa con jardín, o en un zulo sin ventilar, y todas esas cosas. Por si te interesa, tiene página en Wikipedia.
Pun intended.
Las amigas estupendas es un podcast buenísimo. Tienen un par de programas hablando de casas, y de hecho, de ese programa saqué muchas de las cosas de las que hablo hoy aquí. Así que escuchadlas.
Me meo de la risa hermana. El armario de las patatas💜