Por qué Gloria Fuertes y yo emigramos
Te hablo de migraciones, de Gloria Fuertes y de no ser un molusco.
Esta semana he terminado de leer un librazo. Seguro que lo conoces. El libro de Gloria Fuertes, editado por Blackie Books, que contiene muchos de sus abundantes poemas, cuentos y dibujos, así como fotos de sus pertenencias, fotos de ella misma y anécdotas de su pizpireta vida. Parafraseando con su poesía, eso no es un libro, es una mujer. Y recomiendo que vayáis a comprarlo, porque vale cada euro que cuesta. Preferentemente aquí1.
Leyendo su vida, que ahora conozco como la de una amiga, he podido saber que le dieron una beca Fullbright y que se pasó tres años dando clases en los Estados Unidos.2 Me imagino a la Gloria, con su rudimentario inglés, emigrando a los iu es ei, y no puedo evitar verme un poco reflejado. No puedo evitar preguntarme si ella también sintió esa emoción por salir de su país, por conocer otras culturas y hablar otras lenguas. O si ella también tuvo miedo, y lloró en un aeropuerto, y si se preguntó antes de coger el avión que qué cojones estaba haciendo.
No lo sé. Lo que sí sé que escribió este poema, creo que estando en EEUU:
Nota a mí misma
Gloria, no eres un molusco
te puedes desplazar a otro lugar
más adecuado;
la mancha negra avanza lenta
(a una milla por hora).
Gloria, tú puedes parar al viento,
o usar tus... agallas, hazte pez,
frío pez,
por primera vez.
Ese primer verso (“No eres un molusco, te puedes desplazar a un lugar más adecuado”) se me clavó como una espinita, por lo evidente. Si quiero, me puedo ir. Es una obviedad a la que no le presto demasiada atención. A veces, me agobia la posibilidad de quedarme en Reino Unido el resto de mi vida. Por todo lo que me estoy perdiendo, estando lejos de casa, de mis amigas, de mi familia. Pero ese verso me da tranquilidad. “No soy un molusco”. Pues claro que no, chica. Si quiero, puedo marcharme en cualquier momento. No importa la situación en la que estés: siempre puedes coger el montante y largarte a otro lugar. Esa certeza me da calma.
Me pregunto si Gloria se sintió así cuando estaba en los EEUU. ¿O tal vez en España? A lo mejor, ese “lugar más adecuado” eran los States. Porque tengo una teoría, escuchad: creo que Gloria emigró no por necesidad, sino por diversión. Ella tenía sus cuarenta y pico años, ya tenía su trabajito y su pisito, y no necesitaba más en la vida. Podría haberse asentado y estar tranquila en Madrid, con sus amigos y su poesía. Pero no, ella quería algo más.
Yo empatizo mucho con Gloria aquí. Tampoco emigré por necesidad. Cuando acabé el máster de profesor, me vi con dos opciones: o quedarme en España, prepararme oposiciones y quedarme tranquilito, o probar suerte en otra parte, haciendo otra cosa. Yo, como Gloria, también quería algo más.
Ese algo más me ha llevado hasta Aberystwyth, Gales. Y estoy contento. Ha sido un camino accidentado, pero no creo que hubiera sido más feliz en España.
Anyway. La cosa es que yo no emigré por necesidad, emigré porque me salió de los cojones. Y creo que Gloria, también.
Justo después del libro de Gloria he cogido este otro, Migraciones de Patricia García-Rojo. Es un libro interesantísimo por dentro y por fuera. Por fuera, está hecho de papel reciclado y con un solo tipo de tinta. Es el libro más ecofriendly que tengo. Forma parte de la colección Lidera, de Oxford University Press, que tiene unos valores interesantísimos. Migraciones trata sobre la humanidad en el futuro, un futuro en el que tenemos que emigrar periódicamente para sobrevivir. Alce, la protagonista, tiene el don de la Escucha, puede escuchar a la naturaleza. Ella decide quedarse atrás cuando el resto de su pueblo emigra, para cuidar de Ciruelo, un pajarillo con el ala rota.
Un libro que bien podría haber sido una distopía horripilante se convierte en un cuento calmado sobre la naturaleza, sobre cómo solo formamos parte de un entramado más grande, que es la Tierra. Es una novela tranquila, buenrollera, que huye del conflicto y se acerca a la calma de una pradera. Se recomienda leerlo en el campo, o en invierno al lado de la chimenea.
La cuestión es esta: estas Migraciones pueden parecer el futuro, pero no están nada lejos de la realidad. Los humanos ya emigramos debido al clima. En 2019, según ACNUR, los desastres climáticos provocaron 24.9 millones de desplazamientos en 140 países, y se prevé que la cifra aumente a 200 millones desplazamientos para 2050. Los refugiados climáticos ya existen. Y nosotros, en España, podríamos ser uno de ellos. Esta semana pasada se han documentado las temperaturas más altas de la historia en el mes de mayo. Hace unos meses el cielo era puto naranja y se recomendaba no salir a la calle. Las evidencias del cambio climático las estamos viviendo ya en nuestras carnes.
No hablo de todo esto para meter miedo, todo lo contrario: lo digo para seamos conscientes. Para que nos hagamos a la idea. Es muy posible que exista un futuro en el que tengamos que migrar por cuestiones climáticas. No pasa nada3: la migración está en nuestra naturaleza. Pero seguramente no migraremos por diversión, migraremos por necesidad.
Me pregunto cómo leeremos el poema de Gloria en ese futuro. “No eres un molusco”. Tienes razón, Gloria, no soy un molusco. Soy un pájaro, volando de un sitio para otro, siempre buscando un lugar más adecuado.
Recomendación semanal
Las amigas estupendas, de las que ya os hablé en ese boletín sobre porno inmobiliario, han sacado episodio. Sobre asesinos en serie. Las adoro. Corred a escucharlo.
También estoy pasando por una temporada de escuchar muchísimo About Damn Time, de Lizzo. Un temazo.
Los tuits de la semana
Como prácticamente vivo en Twitter, he hecho una selección de mis tuits favs de la semana y te los he recopilado aquí: ilustraciones, cositas graciosas y algún que otro vídeo.
Curación de contenido, cariño. De nada.
Suscríbete, comparte, dale a like, etc.
Ya sabes de qué va esto. Si te ha gustado, compártelo. Y si no te ha gustado, pues yo qué sé, ¿lo siento?
He pedido otra beca doctoral, la novena. ¿Tú crees que me la van a dar? Es que si no me dan una ya, voy a empezar a pensar que el problema soy yo, eh.
Y todos sabemos que el problema no soy yo.
El problema, por supuesto, es el sistema.
Ya sabéis, si lo compráis a través de ese link de Bookshop yo me llevo unas pesetillas.
Dijo: “es la primera vez que piso una universidad, y lo hago como profesora”. Pa no adorarla.
A ver, esto cogedlo con pinzas: desastres climáticos provocarán movimientos migratorios masivos, que nuestro sistema gestionará regular. El colapso de la civilización capitalista, las guerras por los recursos naturales, etc. tampoco ayudarán. Nos llevará un tiempo acostumbrarnos a ese nuevo futuro y probablemente vaya a morir mucha gente. Pero claro, si te cuento todo esto, la próxima vez me va a abrir el correo mi p*ta madre, ¿verdad? Pues nada, olvida lo que te he dicho: todo está bien :)