Mirando pa Cuenca
Te hablo de mi viaje a Cuenca, de la comedia del arte, de Pablo Helguera y de mi receiptify.
Si me sigues en Twitter o Instagram, cosa que recomiendo encarecidamente, sabrás que he vuelto a España y que me he pasado unos días en Cuenca.1
La última vez que fui a Cuenca tenía unos cinco o seis años, y mi madre jura y perjura que nunca tuvo tantas ganas de abandonarme como cuando fuimos a visitar La ciudad encantada y estuve llorando todo el puto viaje. Es una anécdota recurrente: la vez que casi me abandonan en Cuenca.
Así que tenía una deuda pendiente con esta ciudad. Y no os voy a engañar: pensaba que me iba a encontrar con una ciudad mucho más deprimente y aburrida. Cuenca me ha flipado. Llegamos mi amiga Laura y yo (hola, Laura) el domingo de ramos, y nos encontramos con una fiesta del copón. Un puto botellón constante en el centro de la ciudad. Pedí una cerveza y cené con dos tapas que me pusieron. Pedí un cubata y cuando me estaban poniendo la ginebra me dijeron: “dime cuándo paro”. ¿Cuándo fue la última vez que os dijeron eso? Yo ni me acuerdo.
—Pero Eduardo —os estaréis diciendo—, ¿qué me importa a mí tu viaje a Cuenca? Habla de una vez de lo que nos puto interesa: el secreto de tu brillante y lustroso cabello.
La verdad es que mi pelo es la hostia. Pero lo siento, chicas, hoy he venido a hablar de Cuenca.
Y más concretamente de su Museo de Arte Abstracto.
¿Habéis oído hablar del Museo de Arte Abstracto de Cuenca? Es un museo fundado en 1966 por Fernando Zóbel, emplazado en las mismísimas Casas Colgadas. Exacto, la foto más famosa de Cuenca, ya sabes, esta:
Pues ahí mismito tienes el Museo de Arte Abstracto Español. Es gratuito (mi palabra favorita), tiene una exposición permanente que *chef kiss*, y una arquitectura interior interesantísima2, que para eso es una casa colgada. De hecho, Alfred Barr, director fundador del MoMa3 visitó el museo en 1967 y dijo de él que era “el pequeño museo más bello del mundo”. También le dijo, Barr a Zóbel que:
What you have done in Cuenca is surely one of the most admirable, indeed brilliant, works of art — a remarkable balance of painting, sculpture and arquitecture.
Lo que has hecho en Cuenca es sin duda una de las más admirables y brillantes obras de arte — una notable mezcla de pintura, escultura y arquitectura. 4
Pues habrá que hacerle caso.
Si alguna vez vais a Cuenca, os recomiendo muchísimo atravesar el museo. Pasas la mañana, vistas una casa colgada y sales diferente a como has entrado. Y gratis.
Chica, qué más quieres.
Y si no vas a Cuenca, porque te pilla lejos, o lo que sea, te recomiendo echar un vistazo a su exposición virtual.
De nuevo, *chef kiss*
El arte de la comedia
De la visita al museo, me gustó especialmente la exposición El arte de la comedia, de Pablo Helguera (1971).
Pablo Helguera es un artista mexicano afincado en Nueva York con una larguísima trayectoria en el mundo del arte. Aquí tenéis una biografía, por si os interesa. Esa trayectoria le ha dado una perspectiva única del mundo del arte, las exposiciones, los museos, y etc, una perspectiva que empezó a exponer a través de sus artoons. Estos artoons son pequeños dibujos cómicos acompañados con textos breves al estilo The New Yorker en los que cuestiona las dinámicas presentes en el mundo del arte.
Estos dibujos están colocados a través del museo, mezclándose con la exposición permanente y, según el texto de la propia exposición, “sin quitarle seriedad, le añade la inteligente distancia de la imaginación”.
Esta exposición no solo mola por sus dibujos (podéis ver unos cuantos y leer sobre la exposición aquí), también mola por cómo las viñetas de Helguera se entremezclan con el espacio del museo.
Por ejemplo, esta viñeta en una ventana iluminada:
O esta, nada más entras en la exposición.
O el otro lado de la moneda, al final de la exposición:
O esta, mi favorita:
Una de las razones por las que me gusta visitar Museos de Arte Moderno es porque nunca sabes lo que te vas a encontrar, y porque es probable que veas cosas que nunca, nunca has visto antes ni verás jamás. Las viñetas de Pablo Helguera, mezcladas con el ambiente de la exposición permanente, me dieron una perspectiva del arte que nunca había visto antes.
Pablo Helguera recopiló estas viñetas en varios volúmenes. En español, podéis encontrar esta edición5 con 187 dibujos recopilados entre 2009 y 2016, publicada en 2016 por Consonni.
Pero, siendo sincero, sé que no será lo mismo leer estas viñetas que verlas pintadas en una casa colgada. Ya lo siento.
La música de la semana
Así luce mi receptify del mes:
Como veis, sigo escuchando como loco lo último de Rosalía, y me ha vuelto a pegar fuerte por el mundo travesti - drag race (Bad juju de Jujubee es un temazo).
Vaya, vuestra amiga Eduardo obsesionado con travestis. Nada nuevo bajo el sol.
Contadme cómo luce vuestro receiptify y recomendadme música, que como veis, me hace falta.
Adiós, maricón
Estoy aprovechando mis pseudovacaciones para leer mucho, descansar y ver a mis amigas. Así que dadme las gracias por tomarme el tiempo de escribiros esto. Desagradecidas, que sois unas desagradecidas.
—Oh, queridísimo Eduardo, ¿cómo podemos darte las gracias por bendecir nuestra bandeja de entrada?
Gracias por preguntar, majísima. Pues mira, puedes hacer tres cosas:
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Y ya está. ¿Veis que fácil?
Toma, te regalo un meme.
Efectivamente: no me he podido a hacer la broma de mirar pa Cuenca en el título.
La casa es un puto laberinto de escaleras y salas.
Mueso de Arte Moderno de Nueva York
Esto lo he sacado de la carta, expuesta en el Museo de Cuenca, que le escribió Barr a Zóbel.
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