📚Literatura para pensar
Sobre escribir y opinar, sobre libros incómodos. Paco Bezerra, Linnea Sterte y otras movidas. Y sobre mí, por supuesto. Siempre sobre mí.
Si las opiniones son como los culos, los escritores no podemos hacer nudismo. No podemos opinar. Lo que escribimos debe estar separado de nuestras opiniones.
La idea me retorció el cerebro la primera vez que la escuché. Cómo no voy a poder escribir sobre lo que opino, a ver. La literatura está cargada de ideas, tiene un potencial transformador enorme. Por qué no meter mis ideas en el texto, escribir sobre lo que uno piensa.
Fue el dramaturgo Paco Bezerra quien me hizo reflexionar sobre esto en el prólogo Velocidad mínima (La uña rota, 2022), el volumen que reúne su obra teatral. Bezerra escribe:
Yo sé que al espectador le ponen los veredictos, pero si señalo e introduzco juicios en lo que escribo, ¿qué diferencia habría, entonces, entre ir al teatro y pasarse una tarde leyendo Twitter?
Según él, la obra artística debe generar preguntas, no certezas. Porque las certezas son el reino de los tontos. Palabras suyas, no mías. Y atravesar una obra de teatro debe ser como atravesar un desierto. También palabras suyas.
Bezerra expande sobre esta idea en una charla disponible en YouTube, que os invito escuchar si disfrutáis la creación literaria. Aquí desarrolla estas ideas y explica que el valor de la ficción reside en su capacidad de sacudir nuestras conciencias, de hacernos pensar. Que no deberíamos buscar nuestras opiniones en los textos como las buscamos en los políticos que votamos o en la gente con la que nos vinculamos. El texto literario debe hacernos preguntas, incomodarnos, no satisfacer nuestras nuestras ideas y creencias.
Si bien estoy de acuerdo con las opiniones de Bezerra, también entiendo el contraargumento: alguien que busca sus opiniones en sus textos como quien busca un amigo. Encontrar a alguien que sea como tú es satisfactorio, ¿por qué privarse de un disfrute? También entiendo al lector que solo busca el entretenimiento en lo que lee, a sabiendas (o no) que todos los textos están atravesados por una opinión. Algunas obras lo esconden mejor que otras, pero todas las obras son ideológicas en el sentido de que todas están atravesadas por ideas.
Acogiéndome a la idea de Bezerra, hoy traigo preguntas más que respuestas. Si es que alguna vez he traído respuestas, claro.
Quiero saber qué piensas tú, que me lees. Si la literatura debe generar ideas, incomodar, ser peligrosa, incendiaria… o si debe limitarse a ser entretenida, satisfactoria, y agradable.
Qué buscas tú en un texto que lees.
📋 Movidas lectoras de pensar
Esto de Sabina Urraca: “Leer es algo que brota o no brota”.
Sigo leyendo La espada de fuego, de Javier Negrete. 63% ahora mismo, según el kindle. Me sigue gustando mucho. Ya os contaré.
En el último Demasiadas mujeres entrevistan a la persona encargada de seleccionar las cubiertas de Anagrama. Creo que todas queremos escuchar lo que tiene que decir.
Esto que escribió Begoña Oro unos días antes del anuncio de Buckingham sobre Kate Middleton.
La última canción de Vetusta Morla. Puentes que nos crecen de las manos, qué imagen tan bonita.
📚 Libros para pensar
No me puedo aguantar: estos son algunos libros que me han incomodado o me han interrogado de alguna manera. Me encantará elaborar sobre alguno de ellos si te pones en contacto conmigo via comentarios.
Las cosas que perdimos en el fuego (2016), de Mariana Enríquez.
Cinco horas con Mario (1981), de Miguel Delibes
Acércate (2003), de Sara Gran
El mundo de Yarek (2005), de Elia Barceló
Dientes rojos (2021) , de Jesús Cañadas
Los espíritus del humo (2017), de Mª Concepción Regueiro
Zombie (1996), de Joyce Carol Oates
Tienes que mirar (2021), de Anna Starobinets
Tenía pensado también escribir unas breves líneas sobre de qué van y por qué te los recomiendo. Pero creo que eres una persona inteligente y, si te apetece, puedes descubrirlo por tu cuenta. Si te interesa, en los links de Goodreads encontrarás mi escueta reseña de cada libro.
En cualquier caso, te cuento que todos estos libros me han ayudado a definir mis opiniones por oposición. Todos ellos tienen un discurso, una idea, una perspectiva, de algún modo contraria a la mía. Enfrentarte a la antítesis para encontrar la síntesis. Qué importante es hablar con quién no piensa como tú, también en los libros.
¿Qué libro te ha incomodad a ti? Quiero saberlo, cuéntamelo, por favor.
🏙️Arquitectura de lo imposible
He descubierto por casualidad el trabajo de Linnea Sterte, estas ilustraciones de edificios etéreos. Me encantan los colores suaves, la pátina onírica que tienen. Podéis ver el resto de su obra en su Instagram.
👋 Adiós, amiga
Cuando leas esto, estaré de camino a Birmingham para una conferencia. Después, de vuelta a Valencia a pasar las vacaciones de Pascua. No te escribiré durante esas tres semanas, porque tengo que escribir un relato para cierta antología de cuentos de hadas gay.1 También quiero leer, descansar, jugar con Frida. Muchas cosas que hacer. Seguiré disponible en otros rincones de Internet, si te apetece seguirme.
Nos veremos cuando nos veamos. Un abrazo, amiga.
Ay, las tres cosas, que se me olvida:
Siempre viaja con tapones para los oídos. Nunca se sabe en qué ambiente ruidoso podrías terminar durmiendo.
No confíes en grandes empresas tecnológicas para guardar información importante. Acabo de perder todas las notas de un libro que estaba leyendo porque el programa no se había sincronizado bien.
Acuérdate de responder a la gente que te escribe, aunque sea tarde. A veces, más vale tarde que nunca.
Esa antología financiada por Verkami en la que ya hemos recaudado 8.000 eurazos. Échale un vistazo, contribuye si te apetece.
Me encantó y me incomodó enormemente El duelo, de Gabriel Rolon.
Gracias por esta dosis de domingo, Edu. Por supuestísimo, aguardo el día en que nos tomemos un café y hablemos de Cinco horas con Mario y de Delibes en general.
Cuídate mucho y descansa ❤️