¿Lees con chubasquero?
Sobre leer y mojarse, sobre Stanley Donwood y Wendy Coper. Y sobre Concha Piquer. Y sobre mí.
Una de las cosas que más recuerdo de instituto es algo que dijo una profesora. No recuerdo las palabras exactas, pero recuerdo la idea esencial, las palabras clave: hay gente que pasa por la educación con un chubasquero puesto, no se mojan, no aprenden.
La metáfora me pareció brillante, y me ha acompañado en mi educación desde entonces hasta la universidad. Y me acompaña ahora, que tengo mis propios alumnos. Intento transmitirlo sin ser insistente. Quiero decirles que escuchen, que pregunten, que participen y rompan las normas. A veces salgo de clase después de sesiones difíciles, silenciosas, monológicas, pensando que he fracasado. Nadie habla, nadie pregunta, nadie parece escucharme. Mis palabras no han sido la lluvia que me hubiera gustado.
Pero mis ansiedades pedagógicas son otra historia, y parafraseando a Ende, os daré la chapa en otra ocasión.
Si eres habitual por aquí, sabrás —porque no me he callado al respecto— que empecé mi doctorado hace unas semanas. Estoy en una la fase de leer mil artículos y libros, tomar notas y aprender de otros. Las palabras de aquella profesora me persiguen, más que nunca: no leas con un chubasquero puesto.
Abro un libro, abro mi libreta, leo con presteza, tomo nota y cuando termino dejo que las ideas me atraviesen, las interrogo, dejo que caigan sobre mí como un torrente. Y no llevo chubasquero. Intento no llevarlo.
Hace un poco me encontré con un tiktok en el que una chica decía que cuando leía, no quería que un solo pensamiento atravesara su mente. No quería pensar sobre lo que leía: solo quería estar entretenida.
Entiendo la lógica detrás. Para muchos, la literatura es entretenimiento, una manera de ausentarse de la realidad y escapar de nuestras movidas. Yo también lo siento así, con muchas cosas que leo. Pero incluso cuando la literatura es entretenimiento y escapismo, no quiero dejar de navegar el texto desde mi propio pensamiento. No porque crea que la literatura sea una cosa elevada que solo se pueda abordar desde la reflexión y no como simple entretenimiento, en absoluto. Sino porque no quiero privarme de que la literatura cambie mi manera de pensar, que es lo que suele pasar cuando leo pensando.
No quiero juzgar los métodos de lectura de nadie: allá cada uno con su libro y su cabeza. Pero esta es mi newsletter y mi vertedero mental, así que te lo digo con imperativo pero si intención de que sea una orden: no leas con el chubasquero puesto, amiga. Deja que el libro te llueva encima, que tus pensamientos cambien y se amolden. Toma notas, subraya, entretente (no es incompatible), quítate el chubasquero.
O bueno, haz lo que te parezca.
Nadie puede decirte cómo tienes que leer.
📋 Las cosas mojadas
He disfrutado mucho de La caída de la casa de Usher, en Netflix. Una revisión de la literatura de Poe mezclada con el drama de los opiáceos en Estados Unidos y las dinámicas familiares de una familia de psicópatas. Te gustará si te gusta la literatura y ver a los ricos llorar.
He terminado de leer Crónicas del multiverso, de Víctor Conde. Premio Ignotus 2011 y Premio Minotauro 2010. Tengo opiniones.
¿Qué leo ahora? La polilla en la casa del humo, de Guillem López. He leído hace poco en un artículo de 2017 que López es “el autor actual más estimado de la ciencia ficción española”.
Me gustó mucho este episodio de Radio Anagrama en el que Mariana Enríquez conversa con Kiko Amat.
Esta canción, que he descubierto por casualidad, y me flipa. Estupenda para cuando te sientas dramática y abandonada: Sola y sin encanto natural la que pierde soy yo.
💲 Si no gano dinero…
Es posible que ya conozcas este vídeo, porque seguro que eres una persona culta y leída. Pero yo lo quiero recordar como me lo han recordado a mí esta semana, esas palabras de doña Concha Píquer:
La manera en la que habla, cómo mueve los ojos, cómo maneja el discurso. Qué teatralidad y qué arte. Y qué razón. Si no gano dinero no me divierto.
Te queremos, Concha.
🌟 Fracasar hacia arriba
Sabes que me interesa hablar sobre el fracaso, que lo hago a menudo. Y esta semana, Gabriella Campbell me ha descubierto una nueva perspectiva sobre ese constructo personal que llamamos fracaso.
Habla ella del trabajo en relación a la obra del artista británico Stanley Donwood, que tampoco conocía, y quién según el Tate “es uno de los artistas visuales más importantes de su generación”.
Gabriella habla esta semana sobre libros para escritores, y señala el artbook the Donwood There Will Be No Quiet. Sobre esto, ella dice:
Me inspira muchísimo este libro porque te das cuenta de que desde el principio hasta el final del libro, todo el proceso de Donwood es fracasar hacia arriba. Ir probando cosas que son un desastre tras otro, que todo le sale mal… y es en esos fracasos, en esos desastres, donde va encontrando la belleza (…) Cada vez que tengo algún libro que no funciona, que tengo un vídeo que no funciona… pienso en Donwood y digo, bueno, pues seguimos trabajando.
✨ Palabras bonitas
He descubierto gracias a Ana Flecha Marco este poema de Wendy Cope, The Orange.
At lunchtime I bought a huge orange—
The size of it made us all laugh.
I peeled it and shared it with Robert and Dave—
They got quarters and I had a half.And that orange, it made me so happy,
As ordinary things often do
Just lately. The shopping. A walk in the park.
This is peace and contentment. It’s new.The rest of the day was quite easy.
I did all the jobs on my list
And enjoyed them and had some time over.
I love you. I’m glad I exist.
¿Son, o no son las palabras más bonitas que habéis escuchado hoy?
Por favor, leed el poema en voz alta, despacio, con una sonrisa. Qué oda tan hermosa a las pequeñas cosas.
👋 Adiós, amiga
Hoy llega mi madre de visita a Gales por primera vez desde que me mudé aquí. Voy a limpiar la casa, lavar las sábanas, comprar flores. Esta semana no tengo clases —lo llaman reading week— así que aprovecharé para adelantar lecturas y hacer turismo local.
Nos vemos la semana que viene, si Dios quiere (como dice mi abuela).
Pero antes, tres cosas más:
Deja de seguir a gente en tus RRSS que no te aporta nada, sigue a gente nueva en su lugar. Aplicable también a boletines como este.
Regala arte independiente. Algo pequeño y único.
Ahora que llega el frío, tal vez sea hora de comprarte un batín nuevo. Just saying.
Es un verdadero placer disfrutar de tus movidas, querido Eduardo. Ayer, debido a un viaje, no pude degustar tus mensajes como es mi costumbre, ya que siempre deseo saborearlos en un ambiente de calma y contemplación. Por ejemplo, en este mismo instante, me encuentro en mi balcón, con una taza de café en mano, el clima fresco pero agradable, y un sol radiante que ilumina de manera excepcional. ¡Gracias!
Hola Eduardo. Paso un momento por aquí para destacar dos cosas que me han gustado. “Quitarme el chubasquero” y leer sin el. Cuando te dejas enseñar, aprendes cosas que te cambian por dentro. Me pasó al aprender a leer de una manera distinta. No sólo me entrego sino que disfruto porque ves las obras escritas con unas gafas un poco especiales. Ves lo que el autor quiere decir a través de sus historias. Y eso es un regalo que los buenos profesores enseñan a los alumnos aplicados ☺️☺️☺️.
Un abrazo.