Las power couples no existen
Sobre power couples, celebridades, Virginia Woolf, y sobre mí, pues claro que sí.
El otro día os conté que estuve en varias fiestas en celebración del Jubileo de la reina Isabel, ¿verdad? Fiestas a las que hubiera preferido no asistir, sinceramente, pero esa es otra historia. La cosa es que en una de ellas conocí a una pareja alucinante. Los dos guapísimos, jóvenes, académicos y profesores de universidad: él catedrático de matemáticas y ella terminando su doctorado en clásicas. Interesantísimos, simpatiquísimos, hablaban varios idiomas incluyendo inglés, portugués y español. Hablando con ellos, tuve la sensación de estar hablando con dos personas excepcionales. Estaba completamente fascinado. En inglés tienen una palabra que define muy bien lo que sentí: estaba star-struck, alucinado por el brillo de una estrella.
La cuestión es que no pude evitar pensar que estaba frente a una power couple. Y aquel pensamiento me llevó a otro: ¿cuántas power couple conozco? Inmediatamente pensé en aquel episodio de Deforme Semanal1 en el que hablan de parejas famosas, pero no recordé a ninguna en concreto.
—Pero a ver, Mary Kong, para un segundo —puede que digáis—, ¿qué es eso de power couple?
Pues según Urban Dictionary, fuente infinita de conocimiento, una power couple es:
A relationship between two people who are equally as cool as each other. They are as individually awesome and fun to be around as they are when they are together. Neither one depends on the other for their feelings of self worth- they know in their heart that they are just as valuable to the world as the other. Good looking, optimistic, and sparks a light in the world that people recognize that goes beyond a normal relationship.
Una relación entre dos personas que son igual de guays. Son individualmente tan geniales y divertidos como lo son en pareja. Ninguno de los dos depende del otro para satisfacer su autoestima - ellos saben que ambos son valiosos para el mundo. Son guapos, optimistas y tienen algo que va más allá de cualquier relación normal.
En otras palabras, una pareja formada por individuos excepcionales cuya grandeza se retroalimenta pero no es dependiente.
Seguro que conoces parejas así. Seguro que tienes amigas brillantes que tienen novios igual de brillantes, y con quien tienen una relación sanísima. Nunca discuten y si lo hacen siempre lo arreglan, hacen planes ideales, tienen éxito en lo profesional, etc. Lo ves con tus propios ojos: son una pareja estupenda, la misma que quieres para ti.
Y seguro que también imaginas parejas así. Celebridades que anuncian públicamente su romance y nosotras, simples mundanas, imaginamos como una pareja excepcional. Pensad en Victoria y David Bechkam, en Meghan Markle y el príncipe Harry, en Barack y Michelle Obama, Alaska y Mario. Parejas públicas alrededor de las cuales se crea la ficción de la pareja ideal.
En ese aspecto, la definición que da Wikipedia del término tiene mucho más sentido:
a popular or wealthy pairing that intrigues and fascinates the public in an intense or obsessive fashion
Una pareja popular y pudiente que intriga y fascina al público de manera intensa y obsesiva
De hecho, me parece una definición con mucho más realista, porque pone atención en el público, y no en la pareja. Porque, ay amiga, para mí ese es el quid de la cuestión. Yo sospecho que en realidad las power couples no existen: son ficciones que se crean alrededor de una pareja más o menos sana, más o menos pública. Las powercouples están en los ojos del observador, el público, nosotras, y no en la pareja en sí. Y de hecho, dicen más de nosotros que de ellos: qué entendemos por éxito, qué consideramos por belleza, qué entendemos por una relación perfecta. Lo que cada una entienda por power couple no es más que su idea de pareja y vida perfecta. No es casualidad que esa pareja que conocí en esa fiesta ambos sean exitosos académicos.
En realidad, por mucho que nos duela romper la fantasía, tu amiga con su novio ideal no son una power couple: tienen una relación sana y son personas exitosas. No tienen nada de especial salvo suerte, inteligencia emocional e interpersonal, tal vez mucha terapia detrás. Y, posiblemente, mucha admiración por tu parte, cariño. Y posiblemente David y Victoria Bechkam se odien.
—Ay, Eduardo Norte, hija, eres una agonías, de verdad. Déjanos creer en parejas ideales.
Y os entiendo. Porque yo siempre estoy a favor de la fantasía. Siempre y cuando sepamos que es eso: fantasía.
Así que una vez hecho el disclaimer/ensayo del tema, procedo a mearme en todo lo que os he contado y a hablaros de mi power couple favorita.
Sobre Vita y Virginia.
Considerar que la relación que tuvieron Virginia Woolf y Vita Sackville-West es una relación ideal es no estar muy bien de lo tuyo.2 De hecho, hay quien podría argumentar que la verdadera power couple en este contexto sería Virginia y Leonard Woolf, escritor, editor y esposo de la famosa escritora. Estuvieron juntos durante años, tuvieron una relación abierta y ambos tuvieron bastante éxito en lo profesional.
Pero este es mi boletín, y si yo digo que la power couple es Virginia y Vita, os lo coméis.
Virginia Woolf (1882-1941) es una de las figuras más importantes de la literatura universal. Autora de obras como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) u Orlando: una biografía (1928), fue una de las escritoras más populares de su época y ha tenido un tremendo impacto en la cultura posterior. Perteneció al famoso grupo de Bloomsbury, un grupo de intelectuales británicos que se reunía en el barrio londinense homónimo en la primera parte del siglo XX. A este grupo pertenecían filósofos, pintores, escritores y demás calaña, entre los que se encontraba, también, Vita Sackville-West.3
Virginia y Vita tuvieron mantuvieron una relación durante muchos años que se puede observar en la correspondencia que mantuvieron. La escritora Pilar Bellver utilizó esas cartas como punto de partida para escribir A Virginia le gustaba Vita (2016, Dos Bigotes), un pastiche de cartas reales e imaginarias que dan un retrato entre lo real y lo ficticio de la relación entre las dos mujeres inglesas. Es un librazo que os recomiendo con todo mi corazón.4
Como ya digo, considerar a Virginia y a Vita una power couple es decir mucho. Pero como también os he dicho, no me tomo el término en serio, y llevaba un tiempo queriendo hablar públicamente del libro. Así que a la mierda.
Hay una carta de Vita a Virginia que me parece fuera de este mundo de lo bonita que es. También hay un vídeo de Jodie Comer leyendo dicha carta que es uno de mis vídeos favoritos de internet, y que realmente hacen que me replantee mi sexualidad.
La carta, de 1926, es esta:
He quedado reducida a un algo que desea a Virginia. Te compuse una hermosa carta en las horas de insomnio y pesadilla de esta noche, y ha desaparecido: sencillamente te echo de menos, de una forma muy simple, humana, desesperada. Tú, con todas tus cartas nunca estúpidas jamás escribirías una frase tan elemental como esta; quizá ni siquiera la sentirías. Tal vez puedas hacer una excepción, pero lo vestirías con una frase tan exquisita que perdería un poco de su realidad. En cambio conmigo es muy sencillo: me duele tu ausencia más aún de lo que podía imaginar, y estaba preparada para sentirla no poco. Así que esta carta no es más que un chillido de dolor. Es increíble lo esencial que has llegado a ser para mí. Supongo que estás acostumbrada a que la gente te diga estas cosas. Maldita sea, criatura mimada. No haré que me ames más por entregarme yo de esta manera… Pero, ay, cariño, contigo no puedo ser astuta y reservada; te amo demasiado como para eso. No tienes ni idea de lo distante que puedo ser con la gente que no amo. Lo he convertido en un arte refinado. Pero tú has derribado mis defensas. Y en verdad no lo lamento. 5
Efectivamente: me he pasado todo el boletín hablando de power couples solo para enseñaros esta carta.
De nada.
Sé que ha valido la pena.
Para que escuchéis:
El otro día me hice un viaje de autobús de siete horas Londres-Aberystwyth y me las pasé escuchando como un loco Arsénico Caviar, mi nuevo podcast favorito. Beatriz Serrano y Guillermo Alonso hablan de las cosas que odian y yo no puedo adorarlos más. Influencers, bodas, nostalgia, ambición: contra todo cargan, a veces desde la comedia, a veces desde la seriedad.
Mi favorito so far es el 1x03: Contra las series. Publiqué en Twitter un fragmento que me hizo llorar (en plan bien), por si tenéis curiosidad.
Escuchadlo: os va a encantar.
Hija,
de verdad.
Qué cansá que estoy. Y qué calor que hace.
Llevo dos semanas pa escribir este boletín, no sabes lo que me ha costado. Pero es que entre viajes a Londres, la vuelta a España y el trabajo, he estado hasta el moño de todo.
Además, hace muchísimo calor.
No aguanto este calor. Anoche cuando me acosté estábamos a 27º grados. Pero qué coño es esto, joder.
Los británicos me decían, cuando les decía que iba a pasar un tiempo en España, que disfrutara mucho del tiempo, el sol, y la playa.
Los muy imbéciles, no tienen ni idea.
Deforme Semanal es un podcast maravilloso y tenéis que escucharlo TODAS
En realidad llevo un tiempo queriendo hablaros de este libro y esta es la excusa que me se me ha ocurrido. En realidad, de lo mío estoy fenomenal.
El grupo de Bloomsbury tenía unos valores muy radicales en cuanto a la sexualidad se refiere, en contra de la moral victoriana. El grupo estaba lleno de maricas, bolleras, gente queer y relaciones no monógamas. Bastante avanzados a su época. Por si os interesa, este libro escrito por Quentin Bell, el sobrino de Virginia Woolf, trata sobre el tema.
Parece que ahora está descatalogado, pero seguro que lo encontráis en alguna librería. Si no, también lo tenéis en formato audiolibro en StoryTel.