Amiga, ¿cómo estás? ¿qué tal te han tratado las Pascuas?
Yo no me puedo quejar: he estado de viaje por el norte de España e hice una visitilla tonta en Madrid. Compré más libros de los que leí (de lo cual no me siento orgulloso) e hice menos de la mitad de las cosas que tenía pendiente. Pero descansé muchísimo y vuelvo con muchas ganas de contarte cosas.
Yo tenía preparado un texto sobre mi visita a Madrid, pero al caer en la fecha que estarías leyendo esto, no pude contenerme: tenía que hablar sobre Sant Jordi.
No os miento si os digo que Sant Jordi y las ferias del libro son de las cosas que más echo de menos de vivir en España. Esos eventos espectaculares con autores, firmas, charlas y casetas de librerías son cosas que no suceden en esta isla estúpida1. Me hacía muy feliz esa celebración de la literatura, ese paseo por el Parque de Viveros2 lleno de libros, casi siempre en buena compañía, que acababa en charlas sobre libros con un café o una cerveza, si nos sentíamos traviesas.
Yo sigo celebrando Sant Jordi a mi manera, claro. Ya no paseo por Viveros con una amiga, pero me tomo un café mientras leo y celebro lo feliz que me hace esa cosa con páginas y tinta impresa que es un libro. Al final eso es lo importante, amigas, celebrar el libro leyéndolo, disfrutándolo y compartiéndolo.
Y eso es lo que voy a hacer hoy con vosotras (¡lo que intento hacer todos los domingo, en realidad!) y uno de los factores clave en mi historia de amor con los libros: compartir cosas chulas que he leído
New York is the Thing (Mount Ventoux, 2022), de Patricia Bolaños.
10 apuntes biográficos sobre personas que han marcado la ciudad de Nueva York, ilustrado y escrito con gracia por la chiripitifláutica Patricia Bolaños. Me duró un suspiro y aprendí cosas nuevas sobre iconos como Diana Vreeland o Robert Mapplethorpe.
La verdad sobre la vieja Carola (Barco de Vapor, 2012), de Carmen Pacheco.
Una novela juvenil muy divertida, plagada de personajes carismáticos y pasajes entrañables. Tengo muy buen recuerdo de esta lectura y creo que es un libro que todos podemos disfrutar. Fue finalista del Premio Barco de Vapor, y tengo pendiente investigar qué novela se lo llevó ese año, porque no me lo explico.
La furia de la lectura: por qué seguir leyendo en el siglo XXI (Tusquets, 2021), de Joaquín Rodríguez.
Un ensayo muy bien construido que se acerca de manera crítica a una pregunta clave: ¿por qué leer? Lo leí hace tiempo, pero recuerdo que me planteó muchas preguntas. Leedlo con un boli en la mano.
Tienes que mirar (Impedimenta, 2017), de Anna Starobinets.
Una recolección personal sobre un embarazo y un aborto. Narrado de forma durísima, se detiene en las condiciones hospitalarias rusas en cuanto a los abortos. Me impresionó un montón escuchar a la autora en el festival Celsius 232, cosa que recomiendo que hagáis.
El dios asesinado en el servicio de caballeros (Autoeditado, 2016), de Sergio Morán.
Os estoy recomendando este porque es el primero que leí, pero en general os recomiendo toda la obra de Sergio Morán si os gusta la fantasía y/o el humor. Me gusta especialmente la saga de Verónica Parabellum, que empieza con este libro que os recomiendo ahora: una detective privada investigando casos paranormales. Un personaje inolvidable. Leedlo.
Lauburu (Editorial Cerbero, 2019), de Nahikari Diosdado.
Brujas vascas del siglo XVII vuelven a la vida en 2019 y se enfrentan como pueden a las vicisitudes de la vida moderna. Me gustó un montón.
Cero (La Biblioteca de Carfax, 2018), de Kathe Koja.
Un libro de terror curioso, con los que luego sueñas cosas raras. Me lo recomendaron las amigas de Carfax y les estoy muy agradecido. Es un terror lento, del que juega contigo. Un agujero negro aparece en el edificio de Nicholas y Nakota y… empiezan a pasar cosas.
Cartas agupianas (Editorial Cerbero, 2022), de un servidor
Chica, evidentemente te recomiendo mi libro: un alienígena visita la tierra y se mete accidentalmente en el cuerpo de un perro, lo que da a lugar a cómicas situaciones que romperán tu corazón enmohecido. De nada. Un beso.
Tengo miedo, torero (Editorial las afueras, 2021), de Pedro Lemebel.
Este lo tengo pendiente, pero es el próximo libro que vamos a leer mi amiga
. Travestis y amor en el Chile de Pinochet, qué ganas tengo de leerlo, amigas. Y de compartirlo, también.
📋 Las cosas dragonas
El último Deforme Semanal me ha gustado particularmente mucho: como vaca sin cencerro. Recomiendo.
Estoy yo muy almodovariana porque tengo que dar una charla sobre Almodovar la semana próxima, así que me estoy poniendo al día con su filmografía. Ayer vi Los amantes pasajeros, una de sus películas más denostadas, al menos en mi memoria. Me gustó: humor absurdo de avión y todos son gays. Raúl Arévalo está pa’ comérselo. Le metes un alien y podría haberlo escrito yo.
La aplicación 12ftladder: para cuando quieres leer un artículo y te salta la maldita paywall. no funciona siempre (al parecer, tienes que esperar unos días con algunos artículos de reciente publicación), pero casi siempre.
Este hilo de Twitter para elegir bien frutas y verduras.
Esta canción, que escuché por primera vez en una caravana en el norte y ahora escucho todos los días. “Me meto la paliza pa’ mostrar que valgo”, dice. Ouch.
✊ Namor forever
Me vais a perdonar el momento baboso, amigas, pero es que anoche vi Wakanda Forever, la segunda parte de Black Panther, y ahora vivo obsesionado con el actor que interpreta a Namor, Tenoch Huerta. En la película interpreta a un dios maya con alas en los tobillos, y se pasa toda la película sin camiseta y revestido de oros. Una belleza insoportable.
☕ Los cafés
Este es solo un friendly reminder de que tengo un kofi en el que puedes echarme unas pesetillas, si te gusta este simpático boletín.
¿Habéis escuchado eso de que los diamantes son los mejores amigos de las chicas? Bueno, pues los cafés son los mejores amigos de los escritores precarios como un servidor, así que ya sabéis.
👋 Adiós, amigas
Gracias por leerme, amigas. Me hace feliz que estés al otro lado, de verdad. Hablamos la próxima semana, pero por ahora, te cuento tres cosas:
Estos días estoy disfrutando de levantarme más temprano. Nunca he sido una persona de madrugar, pero hacer el esfuerzo de arrancarle media horita a mi sueño y desayunar tranquila me está poniendo de muy buen humor. Recomendado.
Hoy he desayunado gachas de avena, manzana y canela con sirope de arce y creo que he alcanzado una paz mental inédita para mí. Si no sabéis lo que es desayunar porridge, dejadme que os diga que lo siento.
Piensa en tres cosas por las que estés agradecida cada día. A mí me está viniendo muy bien poner en perspectiva las cosas buenas que me pasan todos los días. Como dice el dicho: “es de bien nacido ser agradecido”. Y yo estoy muy bien nacido, y sé que tú también.
Miento parcialmente: aquí celebran cosas similares como el Hay Bookfestival, pero no se celebran en asociación al día del libro ni tienen la misma extensión que en España.
El parque de Valencia donde se celebra la feria del libro
Gracias, Edu. Ya extrañaba leerte los domingos cuando recién despierto con un café en la mano para leer noticias y/o movidas culturales. Un beso.
Me apunto La furia de la lectura, Edu. Creo que me vendrá genial para clase y responder al eterno comentario de que leer no sirve para nada.
Y gracias por la app de los artículos. Me molesta mucho que los artículos de Cultura o avance en derechos sociales sean de pago y se limite su difusión mientras luego mucha otra basura que está al simple alcance de un link. Gracias ❤