Este también fui yo
Te hablo sobre mi nueva novela, te cuento secretos mágicos que nadie sabrá jamás.
Amiga, ¿estás ahí? ¿Me escuchas?
Hoy te hablo bajito, te susurro. ¿Me escuchas? Esta newsletter no saldrá en público, porque no quiero airear las cosas que aquí te voy a contar. Por eso te hablo bajito, para que no se entere nadie más.
Solo tú.
Shhh.
Hace unos años, estuve en una de esas relaciones confusas con personas que parece que te tocan con un metal ardiendo y luego se marchan. No entraré en detalles sobre esos abortos de amor, pero te confieso —no sin vergüenza— que a día de hoy todavía recuerdo las noches en vela esperando un mensaje, los paseos que me daba buscando un encuentro fortuito y el autodesprecio que sentía frente a la falta de amor ajeno.
Lo pasé mal, tía. Te lo confieso. Me quise muy poco y me traté fatal porque una unidad de ser humano no me quiso como yo quería que me quisiera. Me costó mucho salir de aquello, identificar todas las cosas que habían pasado. Todas las cosas que habíamos hecho mal, tanto él como yo.
Durante no tiempo no supe muy bien qué había pasado. No lo sé todavía ahora, años después. Pero ahora lo veo más claro.
En parte, es gracias a que escribí Piel de sapo.
Piel de sapo es una novela corta, rara e intensa. Empecé a escribirla como ejercicio de catarsis, un explicarme a mí mismo qué había pasado. Quería vomitar los traumas en un documento Word, dejar bonito lo asqueroso y plasmar lo ponzoñoso de algunas cosas que me dije y me hacía.
Pese a ser corta —solo 20.000 palabras — me costó meses escribirla. Cada vez que me sentaba a escribir necesitaba unos días para depurar, para limpiarme. Si la leéis, entenderéis por qué.
Cuando la acabé, no creí que nunca viera la luz. Era demasiado rara, demasiado personal, demasiado corta. Y estaba bien: en esta novela va un trozo de mí, de mis peores partes. A lo mejor me ahorro disgustos si no la publico.
Pero las amigas de la Editorial Cerbero tal vez tengan gusto por lo dolido y lo horrible, y acogieron en su peludo pecho la novela que hoy os presento, no sin algo de miedo:
Tengo el honor de contar con el prólogo de Rafa de la Rosa, y de que Juan Alberto Hernández haya plasmado tan, tan bien de qué trata la novela con esa portada.
Esta es la sinopsis, que no escribí yo:
Raymond no contesta. No estoy seguro de qué es lo que he hecho mal, pero Raymond no contesta. Aparece conectado, pero no contesta. Ha leído mis mensajes, pero no contesta. Sé que no debería pensar más en ello, que no debería obsesionarme, que tendría que mirar más por mí mismo... pero Raymond no contesta.
Pasan las horas y los días, y no puedo apartar los ojos de la pantalla del móvil, del chat silencioso, de las RRSS, vacías de amor y respuesta. Y el Melón me observa, impertérrito, desde su lugar de honor sobre la mesa. El Melón no me juzga. El Melón me comprende.
Al menos tengo al Melón.
No os escribo esta pequeña carta para promocionar la novela1. Sino porque este año todos los domingos te he dejado un trocito de mí en mi bandeja de entrada, un trocito de mi vida, de las cosas que me pasan.
Hoy os confieso algo que no sé si quiero confesar: este también fui yo. Espero que os guste, porque esta novela es mi pecho al aire con un close up a las partes más feas. Y esto lo negaré en público, me haré el sorprendido si me lo preguntan, mentiré y diré que todo es ficción, que nada de esto me pasó a mí. Que yo no soy esa criatura agazapada de la portada.
Y será mentira. Pero eso solo lo sabemos tú y yo, amiga.
Guárdame el secreto.
Piel de sapo estará disponible en el Festival Celsius 232 de Avilés, y después, en la página web de la Editorial Cerbero, tanto en físico como en digital.
🍈 Hoy no hay cosas, solo melones.
Quiero enseñarte algo de la novela, un pequeño secretito. Cuando le mandé al editor el manuscrito con la propuesta editorial, escribí una serie de fun facts sobre la novela.
Aquí van unos pocos:
Es parcialmente autobiográfica. La escribí más como ejercicio terapéutico que como novela. Por esa razón, no sé si encajaría del todo en vuestro catálogo.
La idea del melón la saqué de un hilo de Twitter. Al parecer alguien en algún lugar del mundo recibió un melón con una cara grabada… y pasaron cosas.2
Los temas son la dependencia emocional, el ghosting, la luz de gas. Cosas que creo que cualquier marica del siglo 21 ha vivido y/o ejercido alguna vez. Sobre las segundas, son formas de maltrato que juntadas con la primeras a mí me parecen bastante terroríficas. Esa es un poco la idea de la novela: enfrentar a un personaje con dependencia emocional a un maltratador que practica el ghosting y la luz de gas. Una fruta maldita hace cosas malrolleras de por medio. El resultado se supone que da miedo.
Todavía no tengo claro el rol de melón en la novela, si es una influencia positiva o negativa. Me parece que la novela es un poco ambigua en ese sentido.
Piel de sapo es un poco la hermana oscura de Cartas agupianas. Creo que hablan de las mismas cosas pero de manera mucho más violenta y macabra.
El título me parece chulísimo, la verdad.
Avisos de contenido: pensamientos de suicidio, ghosting, adicciones (alcohol y tabaco), sangre, maltrato emocional, luz de gas.
👋 Adiós, amiga.
Tengo muchas cosas que contarte, pero necesito un descansito. Solo quería pasarme por tu correo para darte esta buena nueva, que tanta ilusión —¡y tanto vértigo!— me da. ¡Espero que no lo consideres spam!
Volveré pronto con mi programación habitual. Hang on in there.
Te enseño este poema de Manuel Altoaguirre, un pequeño presente para compensar el autobombo.
Tiene mi amor la forma de tu vida.
Nunca el olvido le cerró los labios
a la estela ni al cauce, ni a la gruta
que atravesabas tú; límite era
que se quedaba estático afirmando,
contra el tiempo engañoso, una perenne
honda oquedad tan fiel a tu persona
que más que ausencia un alma parecía.
Ven a buscarte, tengo yo la entrada
de tus recuerdos, quietos, encerrados
en mis caricias:
tiene mi amor la forma de tu vida.
Bueno, un poco sí, no nos engañemos.
A día de hoy no tengo localizado este hilo de Twitter. Si sabes de qué te hablo, por favor: ponte en contacto conmigo.
tengo muchas ganas de abrir ese melón
enhorabuena por abrir el melón 😂🫶🏼