—Joder Eduardo, en serio, ¿tú también? Estoy cansadísima de hablar de la cultura de la cancelación, no puedo más, estamos en medio de una guerra, la inflación por las nubes y al borde del colapso climático, ¿tú te crees que a mí me importa la cancelación de Neruda? ¿En serio? —me diréis algunas.
Y no os faltará razón. Pero déjame que te lo cuente y luego me dices.
El otro día escuché un podcast sobre la cancelación de Pablo Picasso. Era un episodio de Un tema al día, el podcast de Juanlu Sánchez en el que hablan sobre… un tema… cada día. Ya sabéis. Un tema al día.1 El tema esta vez fue Picasso, su lado oscuro, su misoginia rampante. Fue bastante interesante y me hizo pensar bastante en cómo abordamos la obra y la vida de aristas del pasado con una perspectiva contemporánea. ¿Podemos cancelar a Picasso porque fuera un cabronazo machista?2
Recordé a Pablo Neruda, el tocayo de Picasso. Nobel de literatura, uno de los grandes poetas del siglo XX en cualquier idioma3, pieza imprescindible de la literatura hispana, Neruda no sale muy bien parado de la crítica feminista contemporánea. En su biografía Confieso que he vivido (1974), reconocía haber violado a una mujer4, y la historia con su primera mujer y su única hija da escalofríos. En pocas palabras: su hija nació con hidrocefalia y Neruda las abandonó a ella y a su mujer. La niña moriría años después. Neruda no hizo apenas mención ni a su mujer ni a su hija en su obra salvo una carta que escribe: “Mi hija, o lo que yo denomino así, es un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma, una vampiresa de tres kilos”.
Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cancelamos a estos cabrones, o no?
Pues a ver, la cuestión es que no sé si podemos. La cancelación de Neruda, como la de Picasso, es imposible. Forman parte de nuestra historia cultural, han dejado una marca imborrable en nuestra cultura. Y, además, ese no es el debate. No se trata de cancelar, de quemar sus libros (lol), o dejar de leerlo, sino de contextualizar su vida (y su obra!) de manera crítica. No reducir sus imágenes al genio, al Nobel, y su obra, sino tener en cuenta también que fueron hombres machistas en un contexto machista.
Semíramis González, comisaria de arte, dice:
Las feministas no estamos pidiendo que se retire ninguna obra sino que se cuente la historia completo. Porque el problema es que cuando solos no quedamos con esta especie de genio creativo, mágico, que está por encima del bien y del mal, en realidad lo que estamos haciendo es ocultar la otra parte de la historia. Cualquier ejemplo de artista, tiene que ser estudiado y explicado de manera amplia para saber a qué tipo de obra y a qué tipo de artista nos estamos enfrentando.5
Curiosamente, creo que esa aceptación, esa contextualización más amplia, hará que, lejos de cancelarles, comprendamos y nos acerquemos más a la obra de estos artistas.
📋 Las cosas
Mi podcast favorito, Arsénico Caviar, vuelve el 11 de octubre. Yo ya lo tengo apuntado en el calendario, y vosotras si no habéis sabéis de qué estoy hablando tenéis que ir a escucharles YA. Os va a encantar, hacedme caso.
Este artículo de Pablo Herrán de Viu sobre enseñar a escribir. Si, como yo, escribes y enseñas, a lo mejor te interesa. Dice: “Escribir es una empresa anárquica y del todo impredecible en la que uno solo puede aventurarse a ciegas, desarmado y en la más estricta soledad. Se necesita del otro para forjarse una idea verdadera de lo que se ha escrito.”
Los cinco consejos de Austin Kleon para leer más. Normalmente no me gustan este tipo de artículos, pero Austin Kleon me cae bien.
No sabía que la ciudad de Pompeya está llena de penes grabados en las paredes. Os invito a buscar fotos y sobre todo, a escuchar la sección de Henar Álvarez en el Buenismo Bien de esta semana.
Esta canción: un temazo.
📅 El evento
Amiguita, si estás por Madrid del 30 de septiembre al 2 de octubre, la Editorial Cerbero va a organizar una de sus Cerberadas. Un evento gratuito con charlas, libros, cervezas y gente majísima en el que podréis además comprar mi libro sobre perros espaciales. Todo ventajas.
Ahora en serio6: si os interesa la literatura de género y os apetece a gente de este mundillo, acercaros al evento de Cerbero. La gente es simpática, lista y huele bien.
Tenéis los detalles del evento aquí.
¡Adiós!
Tres updates sobre mi vida:
Me he comprado una aspiradora Henry, me siento bendecido y afortunado. Y sobre todo, me siento limpio.
Mi tía me ha llamado esta mañana y me ha dicho que el pelo rubio pollo kikirikí (sus palabras) me queda fatal. Yo creo que no tiene razón.
Estoy dándole una segunda oportunidad al fantástico hobby de la jardinería indoors y por ahora me va regular. Compré una planta el miércoles, el jueves aguantó un poco y ayer estaba así:
Ayer me fui a dormir bastante triste porque traté de replantarla y no pareció sentarle bien. Me sentí un fracaso total.
Y me diréis:
—Eduardo, qué exagerada, si es solo una planta. Te compras otra y ya está.
Pero no lo entendéis. Soy un joven académico y escritor precario, dentro de nada volvemos a empezar las clases y tendré que volver a hacer malabarismos entre trabajar, escribir y cuidar de la casa. En esta planta no estoy buscando flores, me estoy buscando a mí mismo.7
El podcast está genial y os lo recomiendo 10/10 para escucharlo en al ducha mañanera, o mientras haces el desayuno con cara de boba.
Vamos a ser honestas, venga.
Palabras de García Márquez, no mías.
Neruda describe la violación así: "Una mañana, decidido a todo, la tomé fuertemente de la muñeca y la miré cara a cara. No había idioma alguno en que pudiera hablarle. Se dejó conducir por mí sin una sonrisa y pronto estuvo desnuda sobre mi cama. El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme. No se repitió la experiencia" (fuente)
La cita está sacada del episodio del podcast de Juanlu Díaz que os he linkeado previamente.
Aunque no era broma: compradme mi PUTO LIBRO. NECESITO HACERME RICO, ¿ENTENDÉIS?!
Si has pillado la referencia, te quiero mucho.