Hoy he almorzado con mi amiga Adriana. Es listísima, lee muchísimo, muchísimo más que yo, y tiene alguna que otra opinión incendiara sobre varias cosas.1 Una de esas cosas, es el trabajo.
¿Su mantra? Abajo el trabajo.
Ella, como muchas otras personas, está en contra de esa ficción que hemos creado en este (¿tardo?)capitalismo de pasarnos X horas en una oficina haciendo excels, respondiendo correos, diciendo “sí señor” a vuestros jefes o lo que mierda hagáis en un trabajo de oficina. Yo, como profesor, me he librado. Gracias al cielo.
Pero Adriana, como yo, es un poco contradictoria, y acaba la frase de “abajo el trabajo” con “arriba la ansiedad”. Y confiesa algo así como “sé que si no trabajara se me iría la pinza”.
Yo soy un poco así. Las veces que no he tenido trabajo ha sido cuando más triste he estado. ¿Será la culpa del sistema, que me han inculcado que si no estoy trabajando no soy productivo, y por tanto no soy valioso? Puede ser. También creo que soy una de esas personas que (bua, odio lo que voy a decir ahora mismo, pero ahí va) haría su trabajo gratis. Sí, soy ese imbécil que dice cosas como “si me tocara la lotería seguiría trabajando”.
Adelante, reíros.
Me explico: entiendo mi curro, la docencia, no solo como una manera de pagar facturas y ganar dinero, sino también somo un servicio social. Es una responsabilidad que me tomo muy en serio. En cualquier modelo de sociedad existiría el modelo del profesor, una persona que se dedica a aprender y a enseñar. Así que no siento que mi trabajo esté ligado a la lógica capitalista de producir-consumir.
De hecho, creo que el esfuerzo de los docentes es necesario para inculcar a la chavalada pensamiento crítico y enseñarles no solo español, ciencias o literatura, sino una manera de entender el mundo. Así que yo me desmarco (por ahora) de la proclama de abolir el trabajo.
Siempre y cuando vea que mi esfuerzo y trabajo es en beneficio de la sociedad en su conjunto. Bueno, o eso me gusta creer. Porque de la privatización de la educación prefiero no hablar.
No me apetece llorar esta tarde, con el calor que hace.
📞 Adriana al habla.
Le he pedido a mi amiga Adri, que ya os digo que es listísima y lee mucho, que os recomendara un libro sobre el trabajo.
Ha escogido Algo temporal, de Hilary Leichter (2021, Alpha Decay).2
Y sobre el libro ella dice esto:
Básicamente lo que me gustó de Algo temporal es que agarra la precariedad y te la estampa en la cara a través del relato sin ambages de una trabajadora temporal que en lugar de tornarse crítica social y ya, se torna un relato surrealista que todavía pone más encima de la mesa lo crudo de la precariedad. «Todas somos sustitutas, todas estamos de paso, solo servimos de mano de obra barata al capital», eso dice la narradora. La novela empieza con la protagonista siendo preguntada por el trabajo de sus sueños. Y es que es eso, nos han hecho creer que existe el trabajo de tus sueños y nos hemos comido con patatas el relato del sueño americano, el progreso, y el chiquillo pobre que se convierte en empresario y salva a todos sus vecinitos. ¿Un Pablo Escobar de las constructoras? El relato del: tú puedes ser lo que quieres, llegarás alto, volarás lejos. Para disfrazar que el trabajo, si eres pobre, lo único que hace es oprimirte. Para ocultarte que el trabajo no te dignifica. Solo te agota.
Hilary Leichter entiende eso y agarra a su protagonista y la lleva por una vereda de trabajos imposibles, cada vez de menor duración, cada vez más cerca del abismo, sin caer en la dicotomía de lo bueno y lo malo que tan aburrida es y tan manida está.
Me gusta Hilary Leichter porque es absurda, porque ha entendido que solo desde el absurdo puede explicarse este mundo que hemos hecho entre todes.
Ya veis que mi amiga Adriana además de ser listísima y leer muchísimo, también escribe de maravilla. Ojalá ella escribiendo estos boletines, la verdad.
📋 Las cosas: una serie de cosas
Este artículo de Javier P. Martín sobre marikas, cuerpos, y playas: “¿Cuerpos diversos gais sin complejos en verano? Una asignatura pendiente”
Bastante en la línea del boletín de la semana pasada, este episodio de Tropebusters sobre inteligencias artificiales en la ficción.
El instagram de Patricia Bolaños, una de mis artistas favoritas del mundo entero. Seguidla, por favor, necesito que se haga famosa y le publiquen un cómic.
Este artículo sobre qué le pasa a tu cerebro con el calor: “lentos, apáticos y con pequeñas pérdidas de memoria, así afecta el calor al cerebro”
La app brainsparker: bastante guay para hacer ejercicios de escritura creativa.
La serie Invincible, en Amazon Prime. Una serie de animación sobre superhéroes con un toque gore y de misterio, bastante en la línea de The Boys, que me está gustando mucho. Puede que no sea para todos los paladares, pero después del primer capítulo sabrás si es tu serie o no. Eso está bien.
Esta canción: escorpiones en tequila de BAMBIKINA. Chulísima.
💻 Los tuits (ya tal)
Te he recopilado los mejores tuits que he visto en el internet esta semana. Solo para ti. Porque te quiero.
🐶 ¡Perros alien para todas!
Mi pequeña historia sobre un perro alien ya está disponible para comprar en todo el mundo, en digital y en papel en la web de la Editorial Cerbero.
Mirad la portada, os la tengo que enseñar todas las veces, porque es chulísima:
Un consejito: si vais a hacer un pedido en físico a lo mejor os sale rentable encargar más libros para amortizar los gastos de envío. Yo soy un experto en el catálogo de Cerbero, así que si queréis recomendaciones sobre qué leer, habladme por Twitter o por Instagram.
👋 Adiós con el corazón
Amigas, ¿vosotras me queréis? Sí, ¿verdad? Pues es momento de demostrarlo, porque hace mucho calor y no lo estoy pasando bien.
—Pero amiga Eduardo, querida, preciosa, ¿qué podemos hacer nosotras para ayudarte con el calor? —puede que os preguntéis, si sois buena gente.
La verdad es que más allá de venir a abanicarme, no podéis hacer mucho más.
Pero podéis, ya sabéis, esas cosas:
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Traerme un granizado de limón
Etc.
Yo me siento aquí a esperar los dineros y los granizados de limón. ¿Qué otra cosa puedo hacer?
Me gustaría saber qué piensa ella sobre esa cosa que escribí sobre los ricos.
Todos los links de BOOKSHOP son de afiliado, lo que significa que si compras el libro a través de ese enlace, yo me llevo unas pesetillas.